Si bien ve un panorama angustiante por el regreso a los escenarios, pues será algo catártico, la Susana Zabaleta que vuelva a esos proyectos cuando la crisis por el Covid-19 termine será diferente porque, explica, este hecho histórico cambiará a las personas.
“He pensado mucho en las personas que están en la cárcel, en las monjas que por su gusto se confinan en un lugar, todas estas personas que sin querer estan encerradas y que jamás pensamos en ellas porque nosotros somos libres”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL.
“He pensado mucho en los zoológicos, en cómo los animales viven como nosotros estamos ahorita, en confinamiento todo el tiempo, entoces habrá que cambiar y ser otras personas después de esto y tener el alma un poquito más suave y ser más cautelosos en las cosas que decimos y en nuestras críticas sociales”, señala.
Zabaleta dejó proyectos incompletos a causa del confinamiento por la pandemia tanto en la música como en el cine y el teatro.
La cuarentena, añade, le afectó mucho porque tenía temporada de Los mandamientos de un mujer chingona y todavía le quedaban más de 10 fechas. Además, este mes empezaba presentaciones con Armando Manzanero y terminaba el rodaje de Sexo pudor y lágrimas, el cual se quedó a una semana de concluir.
Para la cantante, algo que cambiará después de esta temporada será el amor, por eso decidió participar en las sesiones en vivo de Lifetime “Amor en tiempos de cuarentena”, que se realizan a través del Instagram oficial del canal.
El programa virtual forma parte del segmento “martes de relaciones” que incluye programas como Bodas arregladas y Matrimonio a primera vista; en él Susana conversa con parejas de famosos sobre cómo están viviendo la cuarentena con las complicaciones que implica pasar juntos las 24 horas del día.
La semana pasada Zabaleta platicó con Faisy y su prometida Iratxe Beorlegui y esta noche a las 20:30 horas entrevistará a Juan Pablo Llano y Cata Gómez.
“Este programa nos habla de eso que estamos pasando, de vivir y compartir nuestras vidas, que a veces es muy difícil y a veces marailloso pero, si eres honesto la mayoría del tiempo, es difícil porque vivir con alguien es difícil, ahora confinados es mucho peor”.
En su caso, si bien ahora no tiene una pareja, para ella lo más complicado ha sido la convivencia consigo misma y con sus hijos. Por un lado porque su hijo Matías es un adolescente que está enamorado y deben decidir cuándo puede o no ver a su novia, y por otro, porque su hija Elizabetha estudiaba actuación en Londres y ahora lo hace desde casa de forma remota.