Su figura apuesta y actitud de chico malo lo convirtieron en el James Dean de los 90 e ídolo de las adolescentes que suspiraban por él. Así era Dylan McKay, uno de los personajes principales de la serie Beverly Hills 90210.
A pesar de venir de una familia acomodada, Dylan iba por la vida con una actitud problemática que se agudizaba por la estancia de su padre en prisión. Los problemas con drogas y alcohol lo persiguieron su juventud y etapa adulta.
Pese a todo, su buen corazón lo hacía preocuparse por la gente que lo rodeaba, comenzando por sus amigos Brenda (Shannen Doherty), Brandon (Jason Priestley), Donna (Tori Spelling), David (Brian Austin Green), Steve (Ian Ziering), Kelly (Jennie Garth) y Andrea (Gabrielle Carteris).
La fidelidad no era su mejor característica. Su primer gran amor fue Brenda Walsh, con quien tuvo un romance intermitente, en el cual ella perdió la virginidad, pero él terminó engañándola con su mejor amiga Kelly.
El romance con Kelly continuó, hasta que aparecieron otra mujeres, entre ellas Antonia, a quien matan un día después de convertirse en su esposa.
Después de muchas vueltas de la vida, Dylan vuelve con Kelly y tienen un hijo, Sammy, pero no permanecen juntos.
Fueron 200 capítulos de 300 que se grabaron, en los que Dylan apareció.