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Ver aparecer en el escenario a Tina Turner era apreciar una gran fuerza de la naturaleza: en cuanto comenzaba a bailar y cantar el lugar retumbaba.
Siempre con los mejores músicos y un espectacular vestuario y producción, la estrella logró ganarse el respeto de figuras como David Bowie o Mick Jagger, a quien dicen, enseñó a bailar.
“Era una leyenda por peso propio y por puro trabajo, se convirtió en un símbolo de la mujer que se emancipa de la figura masculina, porque llevó una vida tortuosa al lado de su expareja (Ike Turner)”, comenta Pepe Campa, productor y locutor de radio.
Turner murió ayer a los 83 años de “forma pacífica”, aseguró su representante, quien no confirmó cuál fue la causa de muerte. La cantante atravesó varias complicaciones de salud que incluyeron un accidente cerebrovascular (ACV), cáncer intestinal y un trasplante de riñón.
Anna Mae Bullock, nombre real de Tina Turner, nació el 26 de noviembre de 1939 en Brownsville, Tennessee, hija de Zelma Priscilla y Floyd Richard Bullock, quienes se separaron cuando ella tenía 11 años, por lo que terminó viviendo con su abuela.
Fue en los años 50 cuando inició su amor por los escenarios, al conocer a Ike Turner, quien tenía una banda llamada Kings of the Rhythm, donde comenzó como corista.
De ahí, Tina e Ike pasaron al matrimonio, el cual duró 16 años, tiempo en el que sufrió de violencia doméstica.
“No cualquiera resurge de las cenizas. Durante mucho tiempo fue una mujer sumisa hasta que se cansó, levantó la mano y empezó a explotar su talento. Tina enarbola la situación de muchas mujeres que tienen el poder y lo que merecen por derecho propio, pero que no lo ven, y cuando lo hizo, se hizo símbolo”, expresa el locutor.
Si hay una canción que resuma esta etapa en su vida, esa es “What’s love got to do with It”, escrita por Graham Lyle y Terry Britten, que trata sobre cómo el amor se va convirtiendo en rencor y odio y que se volvió un éxito en 1993.
Aunque Tina Turner tenía diversos motes, como “La reina del ácido” o “La reina del rock and roll”, para el especialista, esta artista, naturalizada suiza, era mucho más, porque brillaba en el género que la pusieran.
“Era dinámica, una mujer de voz, de actitud, por eso se convirtió en una de las cantantes estadounidenses más importantes de la historia. Su legado es algo que nunca se olvidará en la historia de la música”, reitera.
Rompiendo esquemas
Tina era afroamericana, con una belleza que no encajaba con los estándares del momento, pero tenía presencia y una piernas de leyenda que incluso se dijo que estaban aseguradas, pero para Campa, destacó como ninguna como defensora de los derechos de la mujer.
“Sufrió y se arrodilló, pero después se levantó y peleó, eso es lo que la hace grande; ella padeció el maltrato como tantas mujeres, el racismo, el abandono, el anonimato, el fracaso”.
Para el productor musical Arturo López Gavito, la lucha social de Tina sólo ha sido traspasada por su legado en la música, en la que obtuvo ocho premios Grammy e ingresó dos veces al Salón de la Fama del Rock ‘n’ roll.
“Las grandes cantantes afroamericanas, la propia Madonna, muchas siempre van a decir que Tina Turner fue la columna vertebral de su inspiración porque no sólo tenía una gran voz sino que era una gran performer”, destaca Gavito. Con información de Armando Pereda.