La realidad en la trama de The morning show es imprescindible. La serie protagonizada por Jennifer Aniston y Reese Witherspoon comenzó en 2019 bajo el tema de las denuncias de abuso encabezadas por la campaña Me Too, que en ese momento estaban en auge.
Luego, para una segunda temporada, la pandemia fue el tema que abarcaba la preocupación principal de los espectadores en ese momento. Y ahora, en una tercera temporada, será el desarrollo de la tecnología y el autopoder lo que rija la historia.
La serie se centra en Alex (Aniston), la conductora de un programa de noticias que lucha por mantener su posición en la industria aun cuando Bradley (Witherspoon), una aspirante a periodista, aparece llena de convicción por seguir sus sueños y tener presencia en el medio.
“A medida que estos personajes femeninos han evolucionado y encontraron las posiciones y los lugares de poder que se han ganado también han traído consigo niveles de vulnerabilidad y complejidad que no estamos acostumbrados a ver en personajes femeninos en la pantalla”, afirma la productora Kristin Hahn.
Junto a Hahn y Lauren Levy, ambas actrices también son productoras de esta serie que acaba de estrenar su tercera fase en Apple TV+, cuyo objetivo se centrará en mostrar el lado más humano y fuerte de las protagonistas.
“En la primera temporada, Bradley realmente quería ganar ese puesto, una plataforma enorme donde pudiera decir la verdad e informar; en la tercera temporada, lo consigue.
“Mientras que Alex, cansada de que otras personas determinaran su futuro, quería un lugar en la mesa; en esta temporada será la cúspide de ese camino, ya que ha creado una plataforma realmente sólida para sí misma, al igual que Bradley”, detalla Levy.
Pero no todo será bueno para las dos periodistas, ya que, pese a que han llegado a la cima de su carrera, ahora se encontrarán con un nuevo reto: enfrentar a un nuevo personaje, un multimillonario llamado Paul (John Hamm).
Este hombre en un principio parecerá ser la salvación ante una crisis inminente, pero después se convertirá en un problema al introducir herramientas tecnológicas que comprometerán al equipo.
“Queremos cubrir temas que afecten a la mayor cantidad de personas posible… esperamos que nuestro programa inspire conversación entre los miembros de la audiencia quienes, con suerte, lo encontrarán entretenido, pero también estimulante en términos de los eventos actuales que cubrimos”, señala Hahn.