Una de las promesas cumplidas del streaming es que en su universo en constante expansión hay lugar para las expresiones propias de artistas singulares. Muñeca rusa es el proyecto que consigue capturar la esencia de Natasha Lyonne , una actriz que comenzó a trabajar desde que era muy chica y tuvo una carrera destacable pero complicada por problemas personales.
Lyonne siempre tuvo su propia impronta, un aire de rebeldía y un humor ácido que se destacaban cada vez que aparecía en pantalla, ya fuera en películas de autores como Woody Allen ( Todos dicen te quiero ) y Tamara Jenkins ( Slums of Beverly Hills ) o en otras de corte comercial como American Pie . Su particularidad la hizo brillar en Orange si the New Black y el paso lógico siguiente era tener su propio proyecto en el que desplegar su personalidad y talento con total libertad.
Eso es lo que hace en Muñeca rusa , una serie con humor negro e inquietudes espirituales , que creó junto con Amy Poehler y Leslye Headland . La actriz escribió para sí misma, con la ayuda de Headland, un personaje a su medida y un universo entre realista y extraño para contenerlo. Nadia, interpretada por Lyonne, es una ingeniera de sistemas que se ve obligada a revivir el día de su cumpleaños número 36 sólo para morir otra vez . Con evidentes trastornos psicológicos, afición por las drogas y conflictos personales varios, debe enfrentarse a una situación que no comprende y que la llevará a investigar lo que la rodea pero también, sobre todo, en su interior.
Las similitudes con Hechizo de tiempo , la obra maestra de Harold Ramis , en la que Bill Murray vivía una y otra vez el mismo día, son varias, pero eso no implica que Muñeca rusa no sea una obra personal y original. Tal como supo hacer en su carrera de actriz, ahora contando con otros recursos, Lyonne le da su impronta a esta comedia oscura y divertida que no se queda en la superficialidad del "truco" de una trama que tiene sus giros inesperados.
Desentrañar el misterio de la repetición de un mismo día y la inevitabilidad de la muerte va llevando a Nadia a cuestionarse su vida e ir corrigiendo sobre la marcha, mientras busca las respuestas en el encuentro con otras personas, desde un ex amante hasta un rabino pasando por un desconocido con el que tiene algo clave en común. El dolor y la angustia existencial que atraviesan la serie están filtrados por la mirada aguda y humorística de Lyonne, que mantiene su inteligencia y capacidad de reflexión disfrazadas de una actitud "no me importa nada". Su trabajo nos revela que, en realidad, le importa todo.
nrv