Más Información
Cuando se rompe un noviazgo duele, pero ahora supongan lo que pasaría si un matrimonio, de pocos días, se viene abajo.
Eso le pasa a Paulina Goto en Veinteañera, divorciada y fantástica, que estrena hoy en salas nacionales y donde el personaje interpretado por Natalia Téllez, se convierte en su mejor amiga.
Jesús Zavala es compañero del de Vadhir Derbez, el hombre que pide la separación por considerar que no son compatibles.
Paulina (Mis XV), Natalia (Hoy) y Jesús (Club de Cuervos) platican sobre sus ideas del matrimonio y el hecho de que una mujer destaque sin ayuda masculina.
¿Qué piensan del matrimonio?
Paulina Goto: ¡Que es opcional!
Natalia Téllez: ¡Nulo!
Jesús Zavala: ¡No compartido!
La película destaca que una mujer no requiere de un hombre al lado para hacer lo que quiere o desea, ¿cómo ven eso?
PG: ¡Coincidimos! No se necesita a nadie para completarte o a un hombre para rescatarte. Pero cuando era chica decía que al ser grande, tipo mi edad de ahora (risas) iba a estar casada y con dos niños, pero la realidad me sorprendió con otras cosas como la actuación, como la música, que me apasionan.
Tengo muchos años en terapia y mi psicólogo me dio un libro que se llama Las princesas que creían en los cuentos de hadas y me di cuenta de eso: estaba repitiendo patrones, metiéndome a relaciones muy similares, como un círculo vicioso. Fue un proceso doloroso darme cuenta que me había olvidado mucho de mí.
NT: Mi familia no es muy conservadora. Mi papá es como un pintor liberal y mi mamá estudió filosofía, entonces las conversaciones que escuchaba eran de vacío existencial al matrimonio (risas), era angustiante. Siempre supe que a donde me fuera, era decisión propia. Esa idea del patriarcado que tanto se está criticando es justo eso: dejar de infantilizar a las mujeres y que vayan de un lugar a otro y puedan ser responsables y dueñas de su destino.
JZ: Tengo la fortuna de venir de una familia bastante grande y de mujeres fuertes e independientes. Es algo que admiré desde niño. Mi hermana trabajaba sola desde los 14 años y pagaba sus estudios; cuando hubo momentos difíciles todas se pusieron las pilas. A mis tíos los veía cocinar y por eso sé.
