cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Ahora la generación millennial es feliz con sólo tener algunas cosas en el hogar, pero los mayores batallan para tirar cosas.
Nancy Salazar, experta en organización de espacio, recuerda que un día su equipo fue a arreglar y ordenar un asilo y había muchas cosas por hacer.
“Los millennials son más prácticos, con tres cosas tienen, pero el adulto de la tercera edad tiene más que acomodar; no tiene que ver con que sean hombres o mujeres”.
Salazar asistió a una presentación especial de Acumuladores compulsivos, del canal A&E, que hoy estrena un episodio sobre hermanos que debido a su compulsión, han destruído relaciones.
La especialista, durante su carrera, ha presenciado casos especiales que tiene en su top.
“Había una señora con seis hijos, recién divorciada, que había pasado por pleitos y fue difícil tratar eso. ¡Tenía juguetes desde que sus hijos eran bebecitos y ahora ya son jóvenes en universidad”, relata.
“Todos tenemos ese hábito de dejar cosas en el camino, pero el secreto es que cuando compremos algo es preguntarnos si realmente lo necesitamos, quizá es la rebaja de playeras de 20 pesos y negras y para qué tenerlas”.
Destaca que hay gente que acumula y es feliz, pero cuando ya tanto objeto no le permite ni cocinar, se convierte en problema grave.
“Las personas tienen miedo y van llenando espacios comprando muchas cosas; hay que soltar, limpiar y en orden todo fluye, si no, todo se va complicando. Es una terapia y sano ir cerrando ciclos, cuando la gente ordena, solito viene el desapego”.
La diferencia entre un acumulador y un coleccionista es que éste último tiene un médito, elige ciertos artículos, los cuida y exhibe.