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En los próximos meses llegan a la televisión al menos seis series —tanto continuaciones como nuevas propuestas— en las que sus historias giran en torno a personas afroamericanas.
Con tramas que van desde la comedia hasta el misterio, crimen y drama nos encontramos con dos tipos de vertientes: en las que los protagonistas son héroes y aquellos cuyas historias sirven más bien de denuncia. Nombres como Dear white people —que llega a Netflix este 2 de agosto— y All american —cuya segunda temporada está planeada para octubre— están en la lista.
“Si en este momento los negros están tomando protagonismo en la escena televisiva es porque es una realidad que existe y que está ahí”, comenta la maestra Georgina Aldaba, socióloga de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
La socióloga explica que este tipo de contenidos no surgen para tratar de implementar alguna idea en la sociedad, sino que más bien se alimentan de realidades concretas sin influenciarlas. Uno de los motivos por los que han crecido las producciones en los últimos años podría ser, comenta, que en este momento no son vistos como enemigos.
“La sociedad norteamericana siempre se ha caracterizado por señalar enemigos, por ejemplo. En un tiempo fueron los negros y el hecho de que ahorita haya cierta inclusión habla de que no son el foco del enemigo americano”, dice.
“El foco ahora está en los migrantes, entonces esa podría ser una razón del por qué está tomando cierto protagonismo la persona de color en la industria norteamericana”, explica Georgina Aldaba.
También está el tema de la igualdad. La socióloga dice que una de las características de la globalización y el capitalismo es perseguir la igualdad; en un sentido más profundo, detalla, esto se aplica a que todos tengan el mismo poder adquisitivo pero también va más allá.
“Hay que ser iguales, entonces en la industria cultural tengo que producir elementos donde yo denote igualdad entre los componentes de mi sociedad pero también está la parte de los programas o series de denuncia que evidencian situaciones sociales en las que los negros se presentan como víctimas. Esto también es muy importante porque es el reflejo de una problemática social que está latente y que aún existe”, señala en entrevista.
Al ser un reflejo de la realidad, así como la historia cambia lo que se cuenta en la televisión también. Georgina Aldaba relata cómo en los años 30 ni siquiera se permitía a los afroamericanos que actuaran; cuando se necesitaba alguien de color era gente blanca pintada de negros. Con el paso del tiempo al ir cambiando nos encontramos cada vez más propuestas algunas de las se han vuelto clásicos como el caso de series como Blanco y negro y El príncipe del rap, ambas comedias de situación, la primera de finales de los 70 y la segunda de la década de los 90.
“Sí podemos ver una transición desde programas donde son protagónicos pero como víctimas a ahora un momento en que son retratados como gente exitosa y con un tinte de igualdad, entonces sí hay una transformación que obedece a perseguir estos valores de igualdad entre toda la sociedad.
“Podemos concluir que hay un esfuerzo por una integración de un grupo vulnerable como son las personas de color pero también están latentes las denuncias en contra de que esto en el siglo XXI aún no se logra; todavía hay racismo, todavía hay discriminación, esta necesidad de señalar y de incluir”.