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araceli.gaerciam@clabsa.com.mx
Acapulco.— Además de resguardar la entrada de la discoteca Baby’O, en Acapulco, trabajar en este lugar por más de 18 años ha tenido otro tipo de recompensas para Jesús. Una de ellas es encontrarse en más de una ocasión con el cantante Luis Miguel.
La disco, creada a finales de los 70 y que fue uno de los favoritos de El Sol en los inicios de su carrera, hoy luce diferente.
“Primero la bahía se queda sin agua antes de que la disco cierre”, dice un espectacular giratorio que está en la entrada y que responde a las versiones de que está a punto de cerrar.
Si se observa con detenimiento en la parte frontal de la disco el mítico letrero con forma de roca y la palabra “Baby” ya no está. Una pared lisa (que han cubierto con una lona) recibe a los clientes.
“Dicen que va a cerrar pero no es cierto, lo están remodelando”, explica este guardia de seguridad que pide que se le llame simplemente Jesús.
El cadenero recuerda que durante sus primeros 12 años estuvo al cuidado de “la puerta de atrás”, por la que los artistas entraban para pasar desapercibidos por lo que en más de una ocasión recibió al intérprete de “La incondicional”.
“Domingo o lunes le gustaba venir, lo que pasa es que antes abríamos diario, entonces le gustaba venir cuando casi no venía gente”, explica.
“Sí estuvo un rato, como una hora, incluso sale en una escena. No tengo foto con él, es lo único que me falta.
“La grabación fue en el día, 7 de la mañana. Incluso fue después de un puente. Un domingo nos dijeron ‘¿mañana quién quiere venir?’ y era porque iban a grabar. Tenía unos siete años que no venía”.
Los trabajadores del Baby’O recuerdan a Luis Miguel como una persona que mantenía un buen trato con la gente.
“Él es la persona más humilde, los que lo rodean son los mamones”, dice.
Hoy, una noche cualquiera en Acapulco, Jesús comenta que aunque pudiera parecer que a raíz de la serie ha aumentado la clientela de la disco, esto no es así, en realidad en esta temporada del año es baja la demanda.