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Ellos dicen que no señalan a nadie. En las historias que producen y protagonizan en la pantalla chica hay episodios de corrupción y los escenarios son las cúpulas del poder de México; pero lo que no hay son nombres concretos o referencias a personajes reales que pudieran provocar que alguno que otro funcionario o político se pusiera el saco.
En los últimos ocho años las series de televisión no sólo han hablado del narco, también han tomado como referencia a la clase política mexicana. Sin nombres reales, las alusiones al presidente de la República, senadores y diputados son evidentes, sobre todo por las similitudes que se ven en pantalla.
Producciones como Infames, El octavo mandamiento, El señor de los cielos, El Chema y recientemente Ingobernable, Nada personal y Aquí en la Tierra muestran en la ficción a los políticos de nuestro país y sus “hazañas”.
Gael García Bernal, junto a Kyzza Terrazas, estrenaron la serie Aquí en la Tierra, en donde explican que han querido “humanizar al monstruo”.
“Se trata de entender en dónde estamos parados, porque si (los políticos) sólo son los malos del cuento, no podemos entender cómo es que ejecutan sus cosas”, comentó Alfonso Dosal, protagonista de la serie.
Gael explica el tono del programa: “Los personajes fueron abordados de esa forma. ¿Quién es esa persona detrás de esa máscara, tomando esas decisiones, escondiéndose, renegando de su pasado, quién le imponen ser? De ahí surgen los personajes y la historia. La realidad no nos habla de ello, la ficción es la única forma de contarlo.
“Es un punto de vista político desde adentro del ser humano, encontrando su lugar en la tierra, que ya cuando nace está predestinado, de alguna forma: su nacionalidad, forma de ser, clase social, condición económica, en fin”.
La producción no es la única en tomar a los políticos para contar sus “hazañas”. Netflix produjo Ingobernable, protagonizada por Kate del Castillo, y que comienza con el asesinato del presidente, interpretado por Erik Hayser.
Los demás capítulos narraron los tejes y manejes de la investigación por la muerte del presidente. Las relaciones entre los políticos se entrelazaban con el crimen organizado.
La producción fue de Argos, cuyo sello es la actualidad en sus historias.
Durante la presentación de Infames en 2012, Epigmenio Ibarra, productor, presumió que los capítulos siempre estaban actualizados con casos que pasaban en el país, desde actos violentos, como secuestros y desapariciones, hasta negociaciones entre funcionarios, interpretados por el elenco.
Las referencias son bastantes claras. En El señor de los cielos, las escenas entre el presidente y sus “familiares” involucrados en el crimen organizado, son vitales dentro de la intriga protagonizada por Rafael Amaya.
Daniel Giménez-Cacho también tiene un papel principal en la serie dirigida por Gael, es un empresario ligado a la política que comete un crimen.
“La serie echa un granito de arena para que se discutan estas cosas. Hacemos una radiografía del poder. Lo interesante es ver el lado humano. Quiénes son estas personas, cómo viven, cómo son sus casas”, dijo.