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La cita es en la calle Pino, en Azcapotzalco. La pequeña puerta color café abre paso a una construcción enorme en donde los Mascabrothers se encuentran grabando una nueva serie para Televisa, “Relatos Macabrones”, producto que ha tenido que adaptarse a los lineamientos establecidos por la empresa en tiempos de coronavirus.
Desde la entrada al lugar se nota que las grabaciones no son lo mismo que antes. Junto a la puerta hay una pequeña tiendita con algunas golosinas, ni la señora que la atiende ni su acompañante tienen cubrebocas, pero unos pasos adelante se encuentra el primer filtro para poder acceder a la locación, con un equipo de paramédicos que te recibe con un aspersor de agua con alcohol que aplican hasta en la suela de los zapatos; uno de ellos te toma la temperatura, otro la oxigenación, el ritmo cardiaco y finalmente, apuntan los datos en una bitácora que el visitante tiene que firmar. Es obligatorio traer cubrebocas , careta si es posible, y allí te dan gel antibacterial y guantes si así lo deseas.
Una vez hecho este procedimiento puedes pasar al lugar en el que se encuentra la producción. Aunque el lugar es enorme, las escenas están realizadas en un espacio pequeño en el que alguien grita a cada tanto ¡Despejen el área!.
Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL
Los hermanos Germán y Freddy Ortega están allí, entre la veintena de elementos del staff, pero ellos no traen el traje gris que cubre todo el cuerpo a los demás, ni cubrebocas. Los creativos son de los poquísimos elementos en el lugar que no traen cubrebocas: dan órdenes, mueven cosas y ensayan las escenas con ayuda de un apuntador .
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Varios metros lejos de allí, en un set construido seguramente para otras series, se encuentran los invitados del día: Lisette y Arath de la Torre. La primera, ya lista para sus escenas, comenta las diferencias de grabar en estos tiempos.
“Sí es raro porque yo soy muy besucona, muy apapachadora, abrazona, y yo sé que desafortunadamente ahorita no nos podemos agarrar pero creo que pronto, a nosotros no nos podrán quitar eso porque nuestro México es así, somos apapachones. Ahorita hay que cuidarnos, hay que hacer equipo, hay que tener empatía. Yo estoy acomplándome a lo nuevo con mi cubrebocas, con mi gel, con todo lo que se necesite para cuidarnos entre nosotros, pero esto no puede parar, nosotros tenemos que seguir entreteniendo a la gente; nacimos para eso y aquí estamos de regreso”, comenta.
Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL
Minutos después, Lisette baja sin cubrebocas a donde tienen lugar sus escenas, un pequeño cuarto cubierto de alfombras con una mesa en medio en el que grabarán un sketch de una lectura del tarot. En la mesa se encuentran los hermanos Ortega con un elemento del staff que les dice sus líneas. Cuando aparece Lisette, los saluda y el acercamiento es inevitable. Practican la escena y luego cambian de set y de actores.
Germán, ya con su traje de Igor, se va al fondo de un pasillo donde hay varios elementos del staff alistando todo para la escena: alguien sostiene el micrófono, otro echa hielo seco al lugar, otro más revisa el guión, etc.
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En la escena aparece una mujer en una silla eléctrica, y cuando hay que hacerle retoque de maquillaje entran las maquillistas con bolsitas de plástico, cada una con el nombre del actor al que pertenecen. Ese fue uno de los requerimientos de la empresa cuando retomaron sus grabaciones a principios de junio, el documento difundido de manera interna, establecía que debía haber monitoreo de temperatura, lugares para lavarse las manos, equipo de protección y maquillaje único para cada actor y tener la menor cantidad de gente posible en el set, pero a veces, resulta imposible.
En otro lugar alejado de esos espacios se encuentra el catering, que tampoco es como antes. No hay vasitos de fruta, galletas o cosas que los actores y el staff puedan tomar por ellos mismos, hay dos espacios con gente protegida y encargada de dar los alimentos y las mesas para comer están divididas por un plástico en donde se lee que hay que tener objetos como celulares desinfectados en esa área.
Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL
Para los productores Freddy y Germán Ortega tampoco ha sido fácil grabar con todas estas indicaciones, pues los cambios se han tenido que hacer no sólo en el espacio físico, también en los guiones.
“Cuando nos dijeron lo de los lineamientos te empiezas a bloquear, pero se resolvió, tuvimos que cambiar libretos, nos decían que en algunas escenas no iba a poder haber besos o abrazos y entonces nos pusimos a cambiar todo, porque en algunas escenas chistoso era que dos personas se daban su atasque y cuando se separaban aparecía en medio el esposo. Nos tenemos que adaptar, hay que aprender a convivir con este virus pero no nos podemos quedar en casa y de verdad nosotros somos muy privilegiados porque ya podemos grabar, ¿sabes cuánta gente ya está trabajando, que no tenían trabajo desde hace más de 70 días?, ojalá aprendamos a convivir con esto, a lidiar con esto”, dijo Germán Ortega.
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La serie "Reatos Macabrones" marca el regreso de los hermanos Ortega a la pantalla de Televisa, y estará conformado por distintos sketches con temáticas como la de La Llorona, El Exorcista y demás relatos de terror, pero con el humor de los hermanos.
Foto: Berenice Fregoso/EL UNIVERSAL
El hilo conductor de las historias serán Frank e Igor. El formato se estrenará el próximo 31 de agosto a las 22:30 por Las Estrellas, y tendrá 24 episodios.
Para salir del lugar, el procedimiento es el mismo, tienes que llegar a la mesa con los paramédicos que nuevamente monitorean tu oxigenación, temperatura, que te rocían con agua con alcohol y apuntan tus datos en esa misma bitácora en la que se registra cada elemento que entra o sale, a fin de tener el mayor control posible en tiempos de coronavirus donde el entretenimiento en televisión no puede detenerse.
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