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Malaga.— A lo largo de su vida, Antonio Banderas ha huido de pocas cosas y entre ellas estaba Pablo Picasso porque, dice, no quería hacer una caricatura de su compatriota y mucho menos deseaba que Hollywood hiciera una versión glamourizada del artista.
National Geographic estrena esta noche a las 22:00 horas la segunda temporada de la serie Genius, que en esta ocasión estará centrada en Pablo Picasso, a quien Banderas dará vida tras años de huir de él.
Antonio confiesa que aunque desde joven le habían ofrecido dar vida al pintor, no tenía la madurez que requerida para interpretarlo correctamente.
“Durante mis primeros años de actor, cuando tenía veintes me ofrecieron hacer una película en la que sería el Picasso joven en sus primeros tiempos en París a la que dije que no; años más tarde me ofrecieron el personaje otra vez cuando tenía 30 y luego una vez más cuando cumplí 40, siempre dije no, creo que me daba miedo y no tenía la madurez para hacerlo”.
Tras varias negativas de Banderas, el actor cambió de opinión cuando recibió una llamada de Ron Howard, productor de la serie, quien lo invitó unirse a la segunda temporada.
“Antes de llegar a Genius hace un par de años, Carlos Saura me había propuesto hacer una película que al inicio le interesaba mucho y en la que me involucré pero que después de varias etapas y de reescribir el guión ya no le agradó el resultado y abandoné el proyecto.
“Fue tras una plática con Ron (Howard) y Ken (Biller) cuando me di cuenta que no podía huir más de Pablo y que la vida ya me había dado la experiencia para poder meterme en su piel”.
Realizada en diversas ciudades de Europa como París, Málaga, Barcelona, Budapest y Valetta, este programa también presenta a una decena de personas de la vida política y social que se cruzaron por la vida de Picasso como Coco Chanel, Henri Matisse y Jean Cocteau, entre otros.
Para Banderas, quien se reconoce un fiel seguidor y admirador del creador del Guernica, una de las cosas que más disfrutó durante el rodaje fue filmar los últimos días de la vida de Picasso en su natal Málaga, algo que el pintor español no pudo hacer ya que debido al franquismo vivió exiliado de España, país al que nunca pudo regresar.
“Originalmente no íbamos a rodar en Málaga porque fue poco el tiempo que él estuvo aquí, aunque aquí nació, pero antes de empezar con la producción le dije al productor y guionista Ken Biller que viniera a la ciudad y visitara donde nació Picasso y los lugares en los que pasó su primera infancia. Yo le comenté que Picasso nunca había regresado a Málaga por culpa de Franco y que tristemente nunca pudo recibir el aplauso y la ovación de su pueblo porque fue un exiliado, eso le dio la idea a Biller de empezar a rodar aquí. Fue emocionante hacerlo así porque para todo el equipo fue una reinvindicación, fue como traerlo de vuelta a su tierra y darle ese regalo que en vida no tuvo”.
El actor de 57 años asegura que en algún punto siente una presión por darle de manera fidedigna voz a Picasso, un personaje con el que creció y al que no quería defraudar ni hacer que sus compatriotas malagueños se sintieran ofendidos.
“Siempre he sentido que la vida de Don Pablo fue compleja. Abordarlo fue complicado pues su vida tenía varios claroscuros, por un lado tenía esta parte de artista y genio autodidacta y, por otro, su relación con las mujeres. No quería que los malagueños se sintieran defraudados. Esa es una de las razones por la que pedí además poner mucho detalle a la caracterización, no quería que fuera una caricatura, y si eso implicaba que me rapara la cabeza y las cejas, pues así lo haríamos y fue lo qué pasó”.