Para el director la historia de un viejo malhumorado, que recibe la visita de un joven todos los jueves, es la obra para honrar el verdadero significado de lo que es el , sobre todo ahora que ha comenzado a salir de la inactividad en la que se vio inmersa la industria debido a la pandemia.

"Estamos en un momento en el que es importante subrayar qué es el teatro y qué lo hace diferente, por qué el teatro como punto de encuentro es algo que debemos considerar irremplazable y que es una de las expresiones más puras que tenemos de nuestra humanidad", expresó el director de la puesta en escena "Visitando al Sr. Green", que se presenta en el Teatro Milán.

Esta obra habla sobre lo que nos separa y nos une, a través del personaje de Ross Gardiner, un joven que al manejar en la caótica ciudad de Nueva York, sin querer, casi atropella a un malhumorado anciano, el Sr. Green. El gobierno en vez de multar a Ross decide que tendrá que visitar todos los jueves al anciano como servicio comunitario. El tiempo pasa y lo que parecen ser dos seres completamente diferentes, en realidad son más parecidos de lo que creen.

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Miguel Septién explica que esta puesta en escena rompe con la clase de obras que él está acostumbrado a hacer, que son más agresivas y cuya estética es más abstracta, pero Vistando al Sr. Green es un poco más costumbrista y hasta cierto punto divertida.

"Lo que estamo intentando hacer un poco es destilar la obra hasta su esencia original, que se trata del encuentro de dos personas aparentemente diferentes, y lo estamos subrayando de forma que lo realmente importante en escena no es representar un departamento realista o lo que veríamos en la vida cotidiana, sino de qué mecanismos tenemos en el teatro para hacer de este encuentro algo poderoso y potente. En este ejercicio de destilar la obra a lo absolutamente esencial, se vuelve mucho más teatral pero respetando la intención original del autor, en cuanto a la historia, los personajes, el mensaje, etcétera".

Esta obra escrita por el estadounidense Jeff Baron puede tener muchas lecturas, según explica Miguel Septién, pero en esta ocasión trata de subrayar el punto de conflicto entre los dos personajes, porque de eso va la obra, sobre las barreras que las personas levantan frente a las cosas que no resuenan ante la propia experiencia de vida.

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"Y el buscar todo el tiempo conflictos que a veces parecen estar escondidos en el texto, entonces es muy gratificante cuando la obra va avanzando y ver a estos dos hombres derrumbando las barreras que ellos mismos crearon y crecer juntos, porque aquí la barrera principal son las creencias que tienen, sobre cómo alguien debe o

puede vivir su vida".

Uno de los retos que tiene Septién en esta obra, es dirigir a uno de los directores más sobresalientes en la actualidad, a Alberto Lomnitz quien se da la oportunidad de regresar a la actuación por segunda vez en lo que va del año, primero fue Ciudad luminosa y ahora "Visitando al Sr. Green", y en ambos casos lo ha hecho con este director.

"Es una persona extremadamente generosa, es un actor muy talentoso, pero lo que es muy curioso es que su talento es proporcional a su humildad, incluso a veces es como un niño jugando. Alberto dice que pasó mucho tiempo como director y en otros ámbitos del teatro, que esté redescubriendo la actuación es algo muy lindo para él y lo lleva a un lugar de mucho juego, de mucha alegría y descubrimiento, me honra mucho poder vivir este momento en su vida con él".

Fue precisamente en Ciudad Luminosa donde también coincidieron con José Ramón Berganza, quien había realizado algunas funciones en sustitución de otro actor en esa puesta en escena, pero le valió su trabajo para que fuera invitado a "Visitando al Sr. Green".

"Ya nos conocíamos los tres, ya habíamos trabajado juntos, si bien José Ramón no tuvo escenas en ese momento con Alberto, desde entonces la comunión que hubo entre nosotros fue buena y haber pasado todas estas semanas de ensayo juntos, tratando de construir esto, de hacer que tenga sentido, que sea relevante y que sea potente, ha sido algo muy gozoso para mí".

Ser un director con una amplia visión de lo que se puede lograr en escena, ha hecho que Miguel Septién haya estado al frente de proyectos tan diversos, como el musical Casi normales, la obra inmersiva Elena y algo tan íntimo como esta obra de Jeff Barón.

"No prefiero un género dramático en particular, lo que sí sé es que lo que más me gusta es la dramaturgia que no esconde que el teatro es teatro, cuando los escritores no intentan hacer que el teatro juegue como el cine, por ejemplo, cuando se utilizan recursos altamente teatrales, cuando se abrazan las diferencias que el teatro tiene sobre otros medios; es cuando yo realmente disfruto una obra, entonces independientemente del género este tipo de propuestas son las que me llenan".

mafa

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