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Este es un reino que puede estar en cualquier parte y época porque a pesar de que sus protagonistas tienen su origen en los textos de Shakespeare, se podría estar hablando de muchos gobernantes en la actualidad.
Así es la puesta en escena El rey y sus dominios, que se presenta los martes y miércoles en el Teatro Benito Juárez.
“La obra trata sobre el uso del poder, cómo se accede a él y se ejerce. Siempre hay dos opciones: lo supeditas a tus deseos, tus caprichos y pasiones o lo utilizas para crear un entorno virtuoso, próspero y armónico. Hoy, en las sociedades como México hay una crisis de autoridades, no tenemos líderes ni gobernantes virtuosos”, explica Luis Artagnan, quien forma parte del elenco.
Obras como Ricardo II, Ricardo III, Enrique IV, Enrique VI y Eduardo III, fueron retomadas por Guillermo León y Erwin Veytia (este último también actúa y dirige) para crear el argumento de esta obra, que a través de la tragicomedia lleva al público a la reflexión sobre el tema.
“Lo que hacemos es un juego entre las obras, éstas obviamente hablan de una cronología, nosotros no la respetamos, saltamos de un lado a otro porque no estamos contando la historia de la corona inglesa, estamos contando la historia de ciertos seres humanos que se ven envueltos en situaciones de poder y que tienen diferentes reflexiones de lo que es hacerse cargo de él”, explicó Veytia.
Para estar acorde con la trama, tanto el vestuario como la escenografía no reflejan una época en específico, para que pueda conectar con la gente de manera inmediata.
“La propuesta es bastante austera en cuanto a vestuario, hacemos una veitena de personajes entre nueve actores, entonces, para cambiar de uno a otro usamos elementos sencillos, fáciles de distinguir para el público. La escenografía es modular, se arma a la vista, para invitar a pensar qué es lo que hace al gobernante cuando un trono al fin de cuentas es sólo una silla”, señaló la actriz Reneé Sabina.
Al termino de su temporada en el Benito Juárez el 11 de abril, se mudarán a la Capilla Gótica.
