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Héctor Suárez
un actor que dejó una gran huella en teatro y “contribuyó a reforzar la identidad del mexicano”, fue un defensor de la libertad de expresión que “nunca se quedó callado”, expresaron los productore s Guillermo Wiechers y Alejandro Gou .
“Merece ser homenajeado, no únicamente por su gremio sino por las autoridades culturales de este país que tienen que reconocer que Héctor Suárez a través de la sátira y el humor político ha contribuido a reforzar la identidad del mexicano, al escuchar y ver sus críticas, sus socio dramas, de ahí que su personaje más consentido haya sido ‘Tránsito López’”, dijo el productor de teatro a EL UNIVERSAL.
Desde la década de los cincuenta el actor participó en diversas puestas en escena como, “Las cosas simples” (1959), “La Idiota” (1960), “Una viuda sin sostén” (1964), “El casado casa quiere” (1967), “La jaula de las locas” (1976), “Estoy Loco” (1990) y muchas más.
“En el teatro a mí me molestaba que la gente lo llamara comediante o cómico, porque él decía: ‘yo soy un actor que sabe usar tantos recursos de comedia, pero no es que sólo sepa hacer comedia’, como espectador me regaló la obra mejor producida que he visto “La libélula”, en el teatro de los Insurgentes.
“La Libélula”, fue una obra en dónde el primer actor, además de ser el director de la misma, compartió créditos con la cantante mexicana Daniela Romo , para muchos una obra que por su gran producción podría haberse visto en cualquier lugar del mundo.
Entre sus obras más aclamadas estuvo “La señora presidenta”, en donde Suárez en el 2017 usó tacones y maquillaje para personificar a una mujer llamada “Martina”, un reto que logró con creces y recibió el aclamó de la audiencia, gracias a que no era la primera vez que usaba tacones, ya lo había hecho con su exitoso personaje “Doña Zoila”.
“También hice una obra de teatro que se llamó ‘La señora de su casa’ de Darío Fo, en el que tuve que salir de mujer, era u papel muy fuerte serio y de verdad iba al baño y me sentaba, desde la mañana me ponía pantaletas de mujer”, comentó el actor cuando estaba promocionando la obra.
“Fue un gran actor y comediante, me reuní por primera vez a él y a su hermano Alejandro Suárez en una obra que se llamaba ‘A mi mujer la aguantas tú’, luego en su última obra ‘La señora presidenta’, donde hacía dos papeles majestuosos, donde se cambiaba con una gran velocidad de ropa y se maquillaba. También presenté su show Estoy loco en el teatro’, hice gira con él. Tengo puras buenas experiencias con él, nunca tuvimos un enojo y siempre nos veíamos con mucha alegría. Es muy triste porque se nos va el rey de la comedia”, expresó el productor de teatro Alejandro Gou .
Un carácter fuerte y defensor de sus compañeros y amigos, así lo describió Gou, que también fue un gran amigo para el productor desde que inició hace 20 años.
“Mucha gente me decía que si era difícil trabajar con él, para nada, me cumplía y yo le cumplía, era muy padre trabajar con él; sí tenía un carácter muy fuerte y explosivo eso que ni que, nunca se quedaba callado, decía lo que pensaba ya sea con políticos, con ejecutivos, con quien fuera, siempre externaba lo que pensaba, siempre defendía a sus compañeros actores, a los técnicos, en fin. Fue un gran amigo mío, con todo y la diferencia de edades, él era amigo de mi padre y me conoció de muy chico; ya en mi época laboral el primer ‘Tenorio’ en mi vida, hace 20 años lo hice con él”, compartió el productor.
Entre sus obras más recientes estuvieron “El crédito” (2014), “Estoy loco” (2015), “Toc Toc” (2013) y “Los locos Suárez” (2015), en ésta última compartió el escenario con su hijo Héctor Suárez Gomís en donde su éxito llevó a que la obra tuviera más de 350 representaciones.
Amenazas de muerte por no quedarse callado.
Las presentaciones del actor iban más allá de un escenario en el teatro, también llegó al radio junto al productor Wiechers, ambos decidieron participar en un proyecto de en el programa de Aristegui, pero en un punto su libertad de expresión quiso ser apagada por algunas amenazas, recordó el también guionista.
“En el 2017 cuando recibimos una invitación de Carmen Aristegui para unirnos a su proyecto y hacer sketches semanales, lo hacíamos bajo condiciones precarias, en el aspecto de tres asistentes, un servidor haciendo el libreto y don Héctor dirigiendo, dando la cara y bueno resulta que por el alcance que tuvo ese alcance periodístico, a alguien habremos incomodado que recibimos una amenaza de muerte, en abril de 2017 y debo de agradecer siempre al señor Miguel Ángel Osorio Chong y al señor Roberto Campa Cifrián por haber cuidado nuestras espaldas y por habernos garantizado nuestra libertad de expresión”, recordó.
Héctor Suárez, será para muchos un gran actor, con alma de niño, que dejó un gran legado en México y el mundo, y que siempre será recordado por haber compartido su risa y sus pensamientos, que cambiaron la vida de varias personas.
“Héctor y yo éramos afines en muchas cosas, pero a veces nos poníamos muy solemnes en tratar de enderezar el país o a veces teníamos una complicidad donde él era el niño y yo el adulto o al revés, era una verdadera ternura ver cómo le brillaban los ojos cuando se encontraba con una bolsa de chocolates en la calle, siempre salía en los tour de prensa hecho un dandy, siempre recién bañado, maquillado, oliendo a su loción de cartiér que le encantaba, fue un hombre que se refugió en la fantasía para evadir la realidad tan dura que le tocó enfrentar como niño”, señaló Wiechers.
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