La obra Báthory contra la 613 tiene como protagonista a la llamada Condesa Sangrienta, una de las mayores feminicidas de la historia (para usar términos actuales), ya que se le atribuyen más de 612 asesinatos de mujeres; pero para la actriz Ana Sofía Sánchez esta ficción sirve para reflexionar sobre lo que pasa en México todos los días, cada dos horas y media en promedio: una niña, joven, mujer o anciana es asesinada.
“Algo que sucedió a finales del siglo XV, principios del XVI, sigue siendo hasta ahora un tema, que para nosotros es algo ordinario o normal, pero no está bien porque estamos hablando de muertes”, declaró la actriz.
Esta historia escrita por Juanma Romero Gárriz, ubica a Elizabeth Bárthory (Ana Isabel Esqueira), como una pieza de exposición en un museo de cera, pero cuando la noche cae, dos empleadas del recinto (Andrea Parra y Ana Sofía Sánchez) realizan un ritual de sangre que la traerá a la vida, con el fin de que sea juzgada por sus crímenes.
“Es el momento oportuno para tocar este tipo de temas porque es algo que vivimos a diario, en este caso (la víctima) es una persona que ni nombre tiene, es un número más. Hay en la obra un diálogo de la condesa que dice: ‘ese es el trato que se les dará durante años’ y eso sigue vigente”, comentó Ana Sofía Sánchez, quien también interpreta a la mujer 613 que se salvó de ser asesinada y una de las voces en el juicio.
Ana Sofía comenta que en la trama también se habla del poder, del que tiene el victimario sobre sus víctimas dejándolas sin posibilidad de escape, ante los ojos indolentes de los demás, en este caso porque son sirvientas además de plebeyas.
“Mi personaje es una de las doncellas que estuvo al servicio de la condesa, pero se escapó de un trágico fin; también es la que la trae a la vida para hacerla pasar por un jucio y que el público tenga la oportunidad de discernir la conclusión dada a la condesa”.
También en algún punto de la historia se toca la fascinación que esta clase de personajes despierta en la gente sobre Elizabeth Bárthory, se han escrito libros y se han hecho películas, pero nadie habla de la identidad de las víctimas, reduciéndolas a una cantidad.
“Al final se hacen unas conclusiones por parte de la doncella, donde da su punto de vista y lo que busca es justicia”, dijo Sánchez sobre la puesta, que se presenta hasta el 1 de marzo en el Teatro La Capilla.