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“El blanco es la suma de todo, pureza para alguien, luto para unos, y orden insoportable para otros”, declaró el artista suizo Daniele Finzi Pasca sobre su show Bianco su bianco, que a partir de este fin de semana y hasta el 22 de abril presentará en el Teatro Helénico.
En medio de cientos de bombillas, que sirven para crear los paisajes de una historia que es narrada por una actriz y un técnico de teatro, que que transportan al público a un mundo surreal; el director, escritor, coreografo y clown, explicó cómo fue el proceso de creación de este espectáculo.
“Había tu texto que era una novela, empezamos a utilizar elementos de la narración para no contarla toda y después se entra a un proceso de escritura y otro de creación, ésta se hace precisamente con intérpretes que arriba del escenario muven, ven, así construimos ciertas imágenes que al principio son como dibujos, como cosas que después toman forma”.
Los artistas que colaboran con él en cada función para darle forma a este montaje son Helena Bittencourt y Goos Meeuwsen, quienes a través del arte circense y clown tratan de crear en el público la sensación de esperanza, pese a la mirada nostálgica a una infancia difícil y los sinsabores de la vida, usando movimientos suaves y precisos.
“Bianco su bianco es de una precisión matemática, de mucha rigurosidad, el trabajo para que funcione este proceso de inmersión mientras se combina el gesto virtuoso, obliga a una precisión. Nosotros pensamos que un artista es más libre cuando está en una estructura rigurosa porque allá adentro tiene todo para dar respiro, imágenes”.
Durante una charla que tuvo con sus seguidores mexicanos por el Día Internacional del Teatro, el artista explicó que la tarea de un artista, sobre todo el de teatro, no es alejarse de los sentimientos y las sensaciones, sino todo lo contrario, buscar la forma de hacer sentir al público todo eso que quiere comunicar.
“Nuestra preocupación es ver cómo funcionamos adentro, cómo movemos las cosas, donde están la fuerza y las debilidades de un personaje”.
Pese a la pasión que un artista del escenario pueda imprimir en el escenario, Finzi Pasca señaló que este es temporal, por eso considera que un actor tiene un nivel espiritual más alto que cualquiera.
“Nuestro trabajo es construir palabras que no existen, para definir bien lo que somos en este misterio extraordinario que es nuestro ser, entonces es bueno que al menos un día sea dedicado para los que contamos historias, porque mantenemos vivo un oficio que empezó muchos años atrás cuando empezamos a inventar las palabras”.