“Necesitamos reponer nuestra fuerza espiritual. El teatro tiene un papel noble, el de energizar y movilizar a la humanidad para levantarse de su descenso al abismo”, esta es una parte del mensaje que escribió el paquistaní Shahid Nadeem, fundador de la compañía Ajoka Theatre, para celebrar y reflexionar hoy el Día Mundial del Teatro, y que cobra sentido ante la situación de pandemia del virus Covid-19, y que ha obligado a cerrar los teatros de casi todo el mundo.
Pero incluso más allá de su trascendencia espiritual, la crisis sanitaria pone en perspectiva la importancia económica del teatro. En México, por ejemplo, representa .28% del PIB nacional, de acuerdo con el INEGI en su Cuenta Satélite de Cultura 2018. En pesos, eso significa 70,200 millones aproximadamente lo que genera el rubro Artes escénicas y espectáculos.
“El teatro se celebra todos los días, en este momento la manera en que estamos festejando es concientizando a todos que lo importante es que estemos en casa”, expresa Mariana Garza, quien es dueña del Teatro Milán.
La actriz y productora señala que, pese a estar cerrados, es digno de festejar que existen teatros, los cuales les permiten contar historias.
“La gente que estamos en esta casa (Teatro Milán), estamos comprometidos y buscando que para todos lo que lleguen sea una celebración, encontrando un edificio limpio, con buena energía, con buenos textos. Si ahora nos toca quedarnos en casa, tenemos más tiempo para hacer más estrategias y buscar cómo vamos a convocar a la gente para que venga a los teatros; hay que celebrar que estamos vivos, porque estamos en una situación que podría cambiar eso”, dice la también cantante.
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Morris Gilbert, productor de Ocesa Teatro y Mejor Teatro, menciona que no es la primera vez que eso pasa, recordó que en 1918 el país ya había pasado por una epidemia llamada “gripe española”, que cobró 50 millones de vidas en el mundo, lo que prueba que el hombre no ha aprendido nada y los hechos están condenados a repetirse y para muestra lo que hoy vivimos con el Covid-19.
“Esto va a servir para reflexionar y darnos cuenta de lo mucho que nos necesitamos. Cuando tuvimos la desgracia del terremoto (2017), no sabíamos si la gente iba a volver al teatro y debo decir que llegó más público que nunca, nuestras entradas y la afluencia subió, porque la gente tenía la necesidad de estar cerca de alguna manera y el teatro es el espacio ideal para que esto sucediera, entonces me imagino que el día que nos toque regresar las personas se van a volcar hacia nosotros”, subraya Morris Gilbert.
Con eso coincide Mariana Garza porque considera que este tiempo de encierro ayudará a que la gente valore la sensación de experimentar una danza, una historia o la música en vivo. Por eso, en cuanto puedan reunirse en una sala de teatro o de ballet, redescubrirán lo inigualables de estar en contacto, de lo que es sentir cuando se está enfrente de una artista.
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Gilbert, quien es cabeza de proyectos como Wicked, Los Miserables y Mentiras, señala que el teatro siempre está nadando contra corriente, al igual que la gente que lo hace, pero reconoce que el reto esta vez es mayor. Dice que posiblemente sí costará trabajo volver, por la crisis económica que seguramente vendrá después de la pandemia y por la cual el gobierno tendría que responder con más apoyos y estímulos para la comunidad teatral.
Sobre esto, el productor Alejandro Gou (Hoy no me puedo levantar y Billy Elliot), comenta que los miembros del Colegio de Productores quieren hacer un documento para las instancias correspondientes del Gobierno de México, en el cual se pide que se contemple al teatro entre los apoyos que se dan a la iniciativa privada, como son hoteles y líneas aéreas, porque están en una posición crítica.
“Los productores vivimos de cobrar un boleto, de los ingresos que hay en taquilla, si no lo hay no tenemos con qué pagar a empleados, los gastos que requiere cada teatro, yo tengo cuatro (Centro Cultural Teatro I y II, Teatro Aldama y Teatro Interlomas); pero lo más fuerte es la publicidad que ya estaba tirada en espectaculares, vallas y autobuses, se pierde dinero que es mucho.
“Ojalá nos volteen a ver, porque de por sí ya veníamos golpeados con el pago del ISEP (Impuesto Sobre Espectáculos Públicos), con este contratiempo no sé cuántos productores quedemos”, declara Gou.
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Pablo Perroni, socio de Mariana Garza en el Teatro Milán, explica que no se arrepienten de haber cerrado el recinto desde la semana pasada, porque tienen como referente lo que sucede en otros países y comprendieron que había que actuar rápido y prevenir, aunque eso represente pérdidas económicas.
“El arte es lo único que nos va a salvar, el arte nos toca las fibras primarias del ser humano, mientras exista la vida no hay manera de no estar en conexión constante con el arte, continuamente lo estamos manifestando de distintas formas y ahora muy seguramente va a aflorar mucho más potente porque se está manifestando en línea (Internet), pero nuestro amor por el arte en vivo todavía va a ser más grande”, finaliza Mariana Garza.