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erika.monroy@eluniversal.com.mx
A punto de comenzar con la etapa electoral para designar a un nuevo presidente del país, los actores de El privilegio de mandar están haciendo su crítica en el escenario.
Christian Ahumada interpreta a Andrés Manuel López Obrador y explica cuál es el objetivo de hacer comedia con base en las acciones de los candidatos a la presidencia.
“Buscamos que el humor los haga reflexionar, el humor es una herramienta fundamental para hacer este tipo de crítica política y decirle a nuestros gobernantes las cosas con las que no estamos de acuerdo con la libertad de expresión”, dijo.
Las críticas que han recibido en las redes sociales no tienen filtro. El público hace saber su sentir y los actores también aprovechan para que los usuarios sepan cómo ven ellos las cosas.
“Nos gustaría que ellos se pusieran un poco en nuestro lugar, que como todos este es un trabajo y en él le ponemos todo nuestro profesionalismo, no es fácil grabar un programa y luego hacer teatro y todo lo demás”, añadió Ahumada.
Ya en el escenario, los asistentes que están en la butaca del Centro Cultural 1 pueden hacer rechiflas a los personajes que imitan. La trama en la escena incluye la burla a las acciones de José Antonio Meade, Margarita Zavala, Ricardo Anaya y demás actores políticos.
Christian Ahumada, Claudio Herrera, Juan Frese, que son los protagonistas de la obra teatral, dicen que ellos van a ir a votar en las próximas elecciones de julio.
“Hacemos un llamado a que voten por el candidato que elijan, lo que necesita este país es democracia”, dijo Frese, quien se encarga de interpretar a Ricardo Anaya.
Pierre Angelo es uno de los productores, junto a Reynaldo López y Alejandro Gou, y su trabajo es darle vida a la versión del presidente Enrique Peña Nieto. El actor presume que en la calle le gritan “señor presidente”.
“No se trata de molestar desde lo personal, aquí todo es político, historia. Me encanta que la gente venga a hacer catarsis. Además siempre estamos refrescando la obra. Hay actos que son importantes, pero iremos cambiando las cosas conforme vayan pasando”, explicó Angelo.
Los actores se divierten tanto en escena, que los errores se convierten en carrilla y la carrilla en risa espontánea de ellos y del público.