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¿Cuál es la mejor edad para ver una obra de teatro? La respuesta es desde recién nacidos.

Bajo la consigna de que todos los niños tienen derecho a disfrutar del arte y la cultura diversas compañías teatrales realizan propuestas enfocadas en llegar a menores de cero a seis años pues, consideran, son un sector que sufre cierto abandono.

Fue en 2012 cuando Teatro al vacío presentó el primer montaje de este tipo en México.

“Los niños viven realidades muy diversas que requieren de una atención especial. En el contexto mexicano —y en el del mundo en general— culturalmente los pequeños tienen una situación complicada con este asunto del adultocentrismo. Se les tiene muy abandonados”, considera el director de la compañía Teatro al vacío Adrián Hernández.

Junto con compañías como A la deriva teatro y Teatro en espiral, Hernández forma parte de la Red Latinoamericana de Creación Escénica para los Primeros Años, quienes tras ver la carencia de este tipo de propuestas en México y Latinoamérica decidieron unir fuerzas.

Este jueves presentaron la clínica “Creación escénica para los primeros años” en el marco de la 38 Muestra Nacional de Teatro en León, Guanajuato.

“Nuestro trabajo no tiene que ver con lo comercial, pensamos en cómo la escena y el teatro se inserta como un espacio fundamental de la sociedad. El derecho al arte y la cultura para todos y específicamente para los niños en la primera infancia. Queremos ofrecer experiencias significativas a los niños, que sepan que hay quienes piensan en ellos”.

Los montajes, explican, tienen una duración de 30 minutos y en ellos buscan llevar a los niños y sus familias a vivir la experiencia a través de sus sentidos mediante la contemplación e interacción con los elementos que integran las puestas en escena como madera, piedras, o listones, entre otros. La seguridad es primordial por ello durante las presentaciones cuentan con paramédicos para así preveer cualquier tipo de percance.

“Los niños son curiosos, el trabajo con ellos es sensible y delicado. Escénicamente son montajes experimentales que deben estar pensados para proponer nuevas estéticas”, explica Hernández.

Susana Romo, directora de la compañía originaria de Guadalajara, A la deriva teatro, considera que aunque el crecimiento de este tipo de propuestas todavía es menor en el mundo, cada vez hay mayores esfuerzos y estudios al respecto.

“En un país tan grande como este que está lleno de niños, hay un alto índice de menores a los que no se les incluye en todos los programas de cultura. No se les visualiza siquiera como capaces de vivir una experiencia escénica. Creemos que es otra manera que existe en México para lograr crecer en todos los sentidos”.

Ambas compañías se encuentran en la preparación de nuevos montajes con los cuales puedan llegar a diferentes comunidades así como participar en el Festival.

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