La estrella pop Taylor Swift ha enviado una advertencia legal a un estudiante universitario que había estado rastreando y publicando el paradero de su avión privado, así como el de otras estrellas, en línea. Este incidente se suma a la serie de desafíos que la intérprete de "Lover" ha enfrentado contra el acoso y la invasión de la privacidad.
De acuerdo con informes de "The Washington Post", el joven programador y emprendedor identificado como Jack Sweeney de la Universidad de Florida Central, recibió un cese y desistimiento del equipo legal de la famosa en diciembre pasado, instándolo a detener sus actividades de búsqueda y publicación en las redes sociales.
Los abogados detallaron que Swift no tendría más remedio que: "buscar todos y cada uno de los recursos legales” en caso de que el estudiante no frenara el acoso y comportamiento de acecho.
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Durante años, Jack ha estado a cargo de varias cuentas en redes sociales que ofrecen información sobre los despegues y aterrizajes de aviones y helicópteros pertenecientes a celebridades, políticos, oligarcas rusos y otras figuras prominentes. Estas cuentas también incluyen estimaciones sobre el impacto ambiental de dichos vuelos en el calentamiento global. Utilizando datos disponibles tanto de la Administración Federal de Aviación como de aficionados capaces de rastrear estas aeronaves a través de las señales que emiten, aunque cabe destacar que estos datos son incompletos.
El equipo también señaló que, como resultado de estas publicaciones, tanto la familia de la cantante como ella misma experimentaron "daños directos e irreparables", así como angustia emocional y física. Además, su constante temor por su seguridad personal había aumentado.
"Si bien esto puede ser un juego para usted, o una vía que espera que le proporcione riqueza o fama, es una cuestión de vida o muerte para nuestro Cliente. No existe ningún interés legítimo ni necesidad pública de esta información, más que acechar, acosar y ejercer dominio y control”, se lee en la carta que el estudiante compartió con el medio.
Por otro lado, los abogados fueron interrogados sobre si tenían conocimiento de casos reales de acosadores que seguían la trayectoria de la estrella utilizando la información proporcionada por Jack. Aunque el portavoz de la cantante, Tree Paine, afirmó que no tenían información al respecto y que no se había realizado ninguna investigación policial, los datos frecuentemente coincidían con la ubicación y la hora en que se encontraba la cantante. Esto se evidenciaba aún más cuando los acechadores sugerían una conexión directa con la intérprete.
Sweeney no pareció asustado respecto a que una de las voces más poderosas de su país pudiera iniciar acciones legales, ya que dijo en entrevista que simplemente le pareció un intento de asustarlo para que dejara de compartir datos públicos, puesto que los documentos se enviaron en un momento en el que ella fue criticada por el impacto ambiental de sus vuelos en medio de su gira The Eras. “Su equipo cree que puede controlar el mundo”, dijo.
Precisamente los informes de Jack se han citado para nombrar y evidenciar a los famosos pasajeros. Anteriormente, recordemos que Taylor fue nombrada como la celebridad contaminadora del 2022. El publicista de Taylor dijo entonces que el análisis era erróneo porque el avión era prestado a otras personas y más recientemente comentó que la estrella compró más del doble de los créditos de carbono necesarios para equilibrar su viaje antes de su gira.
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Después del envío de la carta, Facebook e Instagram desactivaron las cuentas del joven de 21 años que seguían a Swift bajo el argumento de que violaban las reglas de privacidad de las plataformas.
Los planes de viaje de la estrella han generado interés, particularmente en relación con su vínculo con el jugador de la NFL Travis Kelce, quien se enfrenta a un importante evento deportivo, el Super Bowl, este sábado, mientras que ella tiene programado un concierto en Tokio un día antes.
Jack obtuvo ayuda legal especializada en expresión en internet que manifestó que sus actitivades no representaba una amenaza para Swift. “No se trata de ponerle un rastreador GPS a alguien e invadir su privacidad. Se trata de utilizar información pública para rastrear el jet de una figura pública. Este es su medio para intentar sofocar un problema de relaciones públicas e intimidar a mi cliente para que desaparezca la mala cobertura", dijo el abogado James Slater, originario de Florida.
Entre los rastreos realizados por Jack también se encontraba el del multimillonario Elon Musk, director ejecutivo de Tesla.
Este empresario expresó su incomodidad al descubrir que su aeronave Gulfstream G650ER estaba siendo monitoreada desde 2020. El propio magnate decidió enviar un mensaje privado al joven, solicitándole que desactivara la cuenta @ElonJet. En palabras de Sweeney : "Y yo me quedé así como: ‘Dios mío, Elon Musk acaba de decirme por DM: ‘¿Puedes cerrar esto? Es un riesgo para la seguridad’”. Posteriormente, Musk le habría ofrecido 5000 dólares para que cumpliera su solicitud y así evitar que otras personas continuaran rastreando su avión, pero Jack no aceptó el trato. Además, otras figuras como Kim Kardashian y Jeff Bezos, ejecutivo de Amazon, también han sido objeto de seguimiento por parte del joven.
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