El jet privado de la cantante Taylor Swift se convirtió en el objetivo de dos activistas climáticas del movimiento Just Stop Oil este jueves por la mañana en el aeropuerto de Stansted, ubicado a 50 km al norte de Londres. Las jovenes intentaron "vandalizar" el avión de la estadounidense, pero al no encontrarlo, optaron por rociar con extintores llenos de pintura naranja otras dos aeronaves.
Las protestantes Jennifer y Cole aseguraron conocer el número de cola del jet de Swift, quien había aterrizado horas antes en Stansted para prepararse para su serie de conciertos en el estadio Wembley durante este fin de semana. Ambas fueron detenidas posteriormente como sospechosas de daños criminales e interferencia en infraestructuras nacionales, reportaron medios internacionales.
En un video difundido por Just Stop Oil, una de ellas declaró: “Vivimos en dos mundos: Uno en el que los multimillonarios viven rodeados de lujo y pueden volar en jets privados, y otro en el que se imponen condiciones insoportables a incontables millones de personas. Este sistema que permite acumular una riqueza extrema a costa de todos los demás está destruyendo las condiciones necesarias para la vida humana”.
Además, un portavoz del movimiento exigió en un comunicado que las autoridades firmen un tratado jurídico para eliminar progresivamente los combustibles fósiles antes del 2030, criticando la permisividad de los gobiernos hacia las petroleras y sus impactos devastadores en las comunidades.
El incidente suscitó un intenso debate en redes sociales, donde algunos internautas respaldaron las acciones del movimiento climático y criticaron a la gestión británica y la seguridad del aeropuerto. Otros cuestionaron la efectividad de la protesta y calificaron la situación como actos de terrorismo y vandalismo.
“Asegurémonos de que todos entendamos. Ustedes salen y destrozan aviones, que ahora habrá que repintar, y crean más contaminación. ¿Entendí bien?”, "Espero verlas llorar en los muelles cuando sean sentenciados”, se lee en la plataforma X, antes Twitter.
Por otra parte, hubo quienes argumentaron la necesidad de detener el uso del petróleo debido a su impacto negativo, y los seguidores de Taylor Swift expresaron alivio de que su jet no fuera vandalizado, sumado a aquellos que apoyaron que las activistas apuntaran a los símbolos de la élite como forma de protesta.
"Ese no es el avión de Taylor Swift. Solo más pérdidas para ustedes", "Por fin van por donde duele. A las personas que usan jets privados les gustan las bicicletas. Deberían apuntar a hipócritas como las falsas celebridades activistas del cambio climático como Taylor Swift. Este es un buen objetivo. Ir tras las élites", añaden.
Según información proporcionada por el movimiento, el 80% de la población nunca ha tomado un vuelo. Sin embargo, el 1% de las personas genera el 50% de las emisiones globales de la aviación. Mientras que, los usuarios de aviones privados son responsables de hasta 14 veces más emisiones de carbono que los vuelos comerciales.
Aunque en esta ocasión, la discusión se centró en las activistas Cole y Jennifer, Taylor Swift ha enfrentado críticas por el impacto ambiental de su jet privado en el pasado, dado que encabezó la lista de los más contaminantes a nivel mundial junto con el de Kylie Jenner y Travis Scott.
Dicha controversia resurgió durante la gira mundial de la voz detrás de "Blank Space", que comenzó el 17 de marzo de 2023 en Arizona y finalizará el 8 de diciembre de 2024 en Vancouver, Canadá. En su travesía se ha informado de múltiples vuelos, incluidos los supuestos retornos a Estados Unidos después de presentaciones en México.
Un estudio de Yard arrojó que Swift figuró entre los famosos con mayores emisiones de CO2, con más de 1,500 vuelos registrados en 2022 a través de Celebrity Jets, una base de datos que documenta el uso de jets privados por celebridades internacionales. Estos vuelos, con un promedio anual de emisiones significativas y tiempos de vuelo promedio de apenas 71,77 minutos, suscitaron burlas y opiniones negativas sobre la necesidad de optar por medios de transporte más sostenibles dado las cortas trayectorias.
El equipo de Taylor respondió entonces defendiendo el uso compartido del avión, argumentando: “Atribuirle la mayoría o todos estos viajes a ella es flagrantemente incorrecto”. Sin embargo, estas explicaciones no han logrado apagar las ideas de los ecologistas, quienes continúan cuestionando la responsabilidad ambiental del uso extensivo de los jets privados.
*Con información de la Vanguardia.