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A la par de la actuación, Mayra Rojas sigue en pie como tatuadora de mujeres sobrevivientes al cáncer de mama a las que les han practicado la mastectomía, enfermedad que le arrebató la vida a su hermana Lorena, en 2015.
“He tatuado ahorita a más de 40 mujeres y ha sido una experiencia muy enriquecedora, porque en todas he terminado llorando, ha sido muy emocionante”, señaló en entrevista en locación de su actual telenovela, Minas de pasión.
“Es un momento catártico para la paciente, yo insisto en que es la cerecita del pastel: ya pasaste por todo un proceso de incertidumbre, de mucho dolor, de angustia, de pronto el médico te da de alta, pero cuando tú te ves en el espejo hay algo que sigue faltando”, explica.
De acuerdo con la actriz, año con año la promoción le ha ayudado para que más mujeres asistan con ella no sólo en octubre (mes de la lucha contra el cáncer de mama), sino todo el año.
Esta labor que, recalca, no hace de manera altruista (es decir, sí cobra por el servicio), la hace porque considera que sólo así obtiene el interés de las pacientes y valoran más este trabajo.
“Me he topado con mujeres a quienes les ruego que vengan al retoque y no van, cuando les cuesta ahí están puntualitas al mes, esto lo aprendí en las asociaciones de cáncer, que sí, a tu trabajo le tienes que dar valor”.
Esto lo considera un homenaje para su hermana menor, cuya hija, Lucianna, tenía año y tres meses de edad cuando Lorena falleció. Mayra entonces la adoptó, ahora tiene nueve y vive al lado de los otros dos hijos de la actriz: Ivanna y Fabián.
“Mi hija mayor está en la universidad, va a pasar a cuarto semestre, mi hijo está en la prepa, está a poco de terminarla, y la pequeña Lucianna está en segundo de primaria. Ya me la traje aquí a grabar, todo el mundo me pregunta por ella, entonces seguro en las vacaciones largas aquí la tendremos, tendrá donde volverse loca de la emoción”, cuenta.
Mayra forma parte del elenco de la nueva producción de Pedro Ortiz de Pinedo, Minas de pasión, en donde da vida a una ama de llaves, quien es víctima de diversos abusos.
“Joaquina es una mujer totalmente distinta a mí, es abnegada, con un enorme sentimiento de culpa, entonces permite el maltrato, la humillación dentro de su propia casa, tiene muchísimos secretos, es el típico personaje que vamos a ver detrás de las puertas escuchando conversaciones, se entera de todo”.