Mientras "Noche de fuego" contiende por 19 premios Ariel, cuya ceremonia se realizará este martes, y representa a México en los Goya, de España, Tatiana Huezo avanza con su nueva película "El eco".
La historia, rodada en una comunidad escondida de la sierra de Puebla, se encuentra en proceso de edición, para ser estrenada el próximo año.
Niños que en el campo se hacen adultos demasiado pronto, lo que les padres enseñan y el ciclo de la vida y la muerte, es parte de los temas que abordará la cineasta en esta historia.
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“Es sobre la vida campesina en este país, sobre niños campesinos, es un híbrido entre la ficción y el documental, muy sensorial. Es acerca de lo significa crecer, sobre el eco de los padres en los hijos, lo que se queda guardado para siempre en la gente y el descubrimiento de aprender”, detalla Huezo.
El filme nominado a los premios que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas aborda la historia de unas niñas que deben esconderse para no ser llevadas por grupos de narcotraficantes. Aspira, entre otras, a las categorías de mejores Película, Dirección, Actriz y Fotografía.
Las nominaciones la tomaron por sorpresa, dice, pues desde hace casi un año está metida de lleno en su nueva aventura y dejó que Noche de fuego siguiera su camino a finales de 2021.
“Lo que más gusto me da son las nominaciones, que por ejemplo esté Ana Cristina (Ordoñez, una niña) considerada a Mejor Actriz o Memo Villegas (Comandante Harina) en Coactuación Masculina, así como varios más, ese es un gran abrazo para todos”, considera la realizadora.
La cinta se enfrentará el martes a otras como Cosas imposibles, del director Ernesto Contreras, y Una película de policías de Alonso Ruizpalacios, con 10 nominaciones cada una.
Noche de fuego compite en otras categorías como: película, dirección, diseño de arte, edición, efectos especiales, efectos visuales, guión adaptado, maquillaje, música original, sonido, vestuario y revelación actoral.
Junto con los documentales Tempestad y El lugar más pequeño, conforman lo que Huezo califica como una trilogía de dolor y trauma. Ahora, dice Huezo, El ecoes algo más luminoso.
“Mi alma necesitaba algo así. Si alguien busca El Eco en Google maps no lo va a encontrar, es un lugar recóndito donde no hay señal. El reto es encontrar en lo pequeño las grandes cosas.
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“Tiene varias capas, como la de las tierras olvidadas, lo que significa cuidar la tierra en un momento en el que lo neoliberal nos ha hecho olvidar. Puede haber un lado oscuro, pero también luminoso, en el que hay que aprender cosas o esperar a que caiga la lluvia para poder vivir, cosas que ya dejamos de lado”, destaca.
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