El director Ernesto Fontan quiso contar a través del género documental la historia que une dos países al parecer muy distantes el uno del otro: Cuba y Ucrania.
En su ópera prima, Tarará, Fontan relata la historia de cómo miles de niños que vivieron la explosión de la central nuclear de Chernóbil llegaron a la ciudad de Tarará en Cuba, como parte de un programa de recuperación integral para las víctimas.
“Lo que más me llamó la atención es que Cuba organizó este programa médico en un momento que fue el más difícil de su historia, desde el triunfo de la revolución cubana”, explica el cineasta.
“Fue en pleno periodo especial, se llamó así el momento en que se cayó la Unión Soviética, el muro de Berlín, y en ese momento en los años 90 se recrudece más el bloqueo contra Cuba de Estados Unidos”.
El documental forma parte del catálogo de la plataforma Vix Cine y Tv y cuenta entre sus entrevistados con figuras de la talla de Silvio Rodríguez.
Se trata además de la ópera prima del cineasta argentino Ernesto Fontan, quien detalla además el contexto en el que se dio este hecho que une a Cuba con el accidente nuclear de Chernóbil.
“Era un momento muy difícil de Cuba porque dependía mucho de la U.R.S.S. y ahí fue que se le ocurrió esta idea de no solamente crear un programa médico gratuito, sino que lo pudo sostener durante 20 años y a su vez trajo a la isla más de 26 mil chicos, que es un número que a mí me impactó cuando lo escuché porque pensé que era una historia de algunos cuantos cientos de chicos ucranianos”.
El largometraje formó parte de la Selección Oficial del Festival Internacional de Cine de América, México.
“Que el público conozca esta historia de Tarará para mí sería maravilloso porque es una historia que no tuvo mucha prensa, difusión, y que vale la pena ser conocida porque hablamos de lo que es la fraternidad, la solidaridad, de ayudar al otro, de que en un momento en que pareciera que todo está perdido siempre puede haber una mano amiga que nos ayude”.
La película habla de estos valores, el amor por el otro, el amor por el pueblo del toro y el desinterés por esa ayuda.