Ser pionero en cualquier actividad siempre equivale a enfrentar dificultades, y las integrantes de la primera Selección de Futbol Femenil mexicana, que representó al país en el Mundial de 1971 lo saben.
Las mujeres recuerdan que cuando estaban en plena competencia todas tenían que salir a estudiar o trabajar y en las tardes entrenar o cooperarse para tener qué comer, aunque fuera una torta de tamal.
“A nosotras nos correspondió abrir la brecha para que brotara en otras generaciones de mujeres esta pasión y hoy ahí está”, comentó Bertha Orduña Molina, quien fuera defensa central de esa selección.
La portera de ese equipo, Yolanda Ramírez, recordó cómo tiraron prejuicios por atreverse a jugar “un deporte de hombres”, aspecto que les acarreó críticas hasta en los medios de comunicación, donde los caricaturistas de la época se dieron vuelo haciendo bromas y mofas de ellas en sus viñetas.
Y aunque las exjugadoras consideran que aún falta mucho por hacer para incentivar a que más jóvenes den el salto a la cancha, como mejores salarios y entrenadores especializados en equipos femeniles, enseñarles a las nuevas generaciones de mujeres que esto no es un juego individual sino de grupo, ha sido siempre su motivación.
“Aun así tenemos que darle un agradecimiento a los hombres porque casi todas nosotras jugamos en equipos de hombres, en la calle o formalmente; aunque luego salimos mejores nosotras porque fueron buenos maestros”, señaló de buen humor Martha Coronado, quien fue defensa central.
Ahora, todas esas luchas y victorias en la cancha quedaron plasmadas en el documental "Tan cerca de las nubes", del director Manuel Cañibe, que en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) obtuvo el premio a Mejor Documental de la Sección Michoacana, y que a partir de hoy se puede ver en la plataforma ViX.
La historia sobre las 16 mujeres que representaron a México en dos mundiales y que en México 71 disputaron la final ante Dinamarca en la cancha del Estadio Azteca ante 100 mil espectadores, es algo que llena a las mujeres de emoción.
“La gente se sorprendió al ver la clase de jugadoras que formábamos parte de esta selección. Para mí jugar en mi país fue lo mejor que me pudo haber pasado, sí hubo nervios y presión pero fue un aliciente para demostrar que sabíamos jugar, que lo que habíamos hecho en Italia (un año antes) no había sido producto de la casualidad”, comentó animada la exportera.
En países como Argentina, a las jugadoras que participaron en el mundial del 71 las homenajearon y hasta establecieron un día nacional del futbol femenil en honor a ellas; cosa contraria a México, país en donde ni la Federación Mexicana de Futbol ni el Gobierno en general se han acordado de ellas.
“Por eso para mí es un homenaje la película que se hizo, porque nos recordó lo que fuimos y lo que todavía representamos para el futbol femenil”, expresó Yolanda.