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Si algo caracterizó a Talina Fernández fue el buen humor y una actitud positiva única. Así, la presentadora de tv y periodista ganó terreno en el espectáculo sin siquiera planearlo, gracias a su picardía, su elegancia e inteligencia.
Comenzó su carrera en 1970 en el programa "La cosquilla", que dio inicio a una carrera de más de 50 años que la convirtió en una de las conductoras más queridas de la televisión nacional.
Pero aunque le decían “La dama del buen decir”, porque su especialidad era el lenguaje, ya en confianza “no era tan de buen decir”.
Así la recuerda Lolita Ayala, compañera en los pasillos de Televisa y su amiga por más de 60 años.
“En privado y en persona era muy mal hablada, era del ‘buen decir’ sólo en televisión”, cuenta Ayala en entrevista con EL UNIVERSAL.
“Pero además le quedaba muy bien. Nadie la criticaba por decir malas palabras, al contrario, se te hacía muy simpática, porque era una mujer con una chispa increíble, quien más me ha hecho reír en la vida”, comparte.
Esa irreverencia y seguridad a veces intimidaba, recuerda la periodista Virginia Sendel, una de sus mejores amigas.
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“Su sentido del humor a veces me daba pena porque yo soy más ranchera, ella no conocía la pena ajena y por eso era tan divertida”.
Incluso, dice, cuando fue diagnosticada con una enfermedad en la sangre, hace algunos meses, Talina no dejó de bromear.
“Hizo una broma porque se llama (su enfermedad) algo así como ‘refractario’ y dijo que Pyrex (la marca) la iba a demandar porque su enfermedad se llamaba refractario no sé qué. Ese era el tipo de ingenio que tenía Talina para todo”.
Le dicen adiós a Talina
La tarde de ayer su hijo Jorge Coco Levy confirmó la noticia del fallecimiento de su madre, a los 78 años, a causa de leucemia: “Ahora lo difícil será estar en un lugar donde ella se ha llevado la iluminación”.
Talina pasó sus últimos días rodeada de sus seres queridos: sus nietos, Paula, José Emilio y María, y sus hijos, Patricio y Jorge.
“Es una persona que no terminó odiando o con rencillas, siempre estuvo rodeada de amor y aunque la pasaba mal, ella sonreía y a quien pasaba frente ella, le sonreía”, comparte Coco.
Tuvo un novio durante el último año, un hombre octogenario que, decía, era un tigre: “Le decía que no lo mencionara, si no, iba a tener que ir yo a terapia”, bromeó Coco en el hospital.
Y en la vida a Talina sólo la opacó un gran dolor: la muerte de su hija Mariana Levy, en 2005. Ahora, afirma Coco, ya están reunidas:
“Ya está con Mariana, con ‘Catus’ (Catalina Anzures), su mamá, con Jorge Fernández, su padre; con Jorge, su primo hermano, quien murió hace tiempo y que era su adoración, con muchos amigos y gente que extrañaba y yo sé que ya todos están haciendo un fiestón”.