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janet.merida@eluniversal.com.mx
Es turno de Nancy. Se para en medio del salón y, nerviosa, agarra un termo de micrófono y comienza su rutina de stand up plantéandonos la monserga semanal de salir del penal de Santa Martha Acatitla con dos bolsas de comida en una mano y en la otra a su hijo Alexis, de cuatro años, para visitar a su pareja en el penal varonil.
Además del nervio de ver al enamorado, las horas invertidas en arreglarse, en hacer la comida y hasta en el postre, hay que pasar por mil revisiones en ambos penales para lograrlo, cosa que muchas veces termina en catástrofe pero que hoy, gracias al stand up, le provocan carcajadas.
“Llevo 14 años en reclusión por un delito. Fui detenida en 2004 y me dieron la condena más alta en esos tiempos que era de 40 años, pero en mi amparo bajó a 33”, platica Polanco.
Este viernes, al penal se dieron cita su maestra de stand up, Sofía Niño de Rivera, Ana de la Reguera (amiga de Sofía) y el equipo Reinserta, organización creada por Saskia Niño de Rivera que ofrece a mujeres y adolescentes en reclusión distintas alternativas para reinstertarse en la sociedad. Una de ellas es el stand up.
El taller se dio hace ya varios meses a poco más de 10 reclusas pero ahora, con motivo del show de recaudación anual de la organización que ofrecerá Sofía el próximo 10 de octubre en el Auditorio Blackberry, el penal le dio permiso a cuatro internas de salir de prisión por un día para presentar sus rutinas a un público distinto.
“Lo que un terapeuta no logró Sofía lo hizo. Hablamos de nuestras vidas, reímos mucho pero también lloramos porque por medio del stand up nos movió esas fibras y nos hizo ver que nos podíamos reír de nuestras situaciones”, cuenta Nancy.
Sofía, en su papel de maestra, las escucha y al terminar les da las indicaciones para que mejoren las rutinas: les pide que se suelten más, que cuenten esos detalles, que quiten la paja y que expliquen algunas cosas que son comunes dentro de prisión pero que afuera resultan difíciles de entender, como enamorarse de alguien más que está en otra prisión.
En el caso de Nancy, conoció a su pareja hace ya algunos años a través de una amiga que tenía un familiar en el penal varonil. Los presentaron por teléfono y así comenzó una relación de la que nació Alexis, ya que los lunes pueden tener visitas conyugales. Hasta que su hijo tenga seis años vivirá con ella y ambos pueden visitar al papá los sábados. Además del taller de stand up, Nancy lleva trabajando con Reinserta desde 2013, cuando nació la organización.
Hoy es responsable junto a su mamá y hermana (también reclusas por el mismo delito) de la Bebeteca, un espacio creado para el entretenimiento de los poco más de 40 menores de edad que viven con sus madres en el penal.
“Mi pareja lleva 20 años en reclusión, viene por homicidio y allí estamos buscándole, nunca nos hemos cansado de tocar puertas y pensar que esto puede ser diferente. El tiempo nos come porque los niños se van de aquí a los seis años, pero confío en que mi esposo pueda salir antes que yo y cuidar a nuestro hijo, si no, Reinserta también tiene un programa pensado en ellos”, dice Nancy, que sabe que se tiene que despedir de su hijo en un par de años, pero no pierde la esperanza de encontrar alternativas.
Saskia, fundadora del programa, asegura que el trabajo que hicieron con Sofía ha sido muy motivante para las reclusas.
“La reinserción social es un eje clave en materia de seguridad en México. La violencia ha llegado a niveles nunca antes vistos, eso hace que sea difícil entender la importancia de la reinserción; muchas víctimas se me han acercado a reclamarme por ayudar a este sector, pero la razón por la que hacemos todo este trabajo es para que no hayan más víctimas”.
A dos de las standuperas reclusas que darán el show les quedan condenas largas por cumplir, pero otras dos saldrán en los próximos meses. Una de ellas es Alejandra, que está por cumplir 10 años en prisión, pero que quedará libre en diciembre. Su rutina gira en torno a la sobrepoblación de palomas en el penal que roban comida, atacan y hasta tienen pandillas.
“Aquí donde cohabitamos no es un lugar muy padre pero el stand up nos ha ayudado a encontrarle lo chistoso a lo que vives, te hace reflexionar mucho y ver que no todo es tan malo”.
Ambas, se dicen más que emocionadas por salir de prisión para dar el show y lo que esperan es que su permiso les deje ver el espectáculo de Sofía y luego, volver para cumplir con su sentencia, que hoy ya está amenizada con las carcajadas que han sabido sacarse de sí mismas.