La mañana del 30 de enero de 2022 Sofía Aragón pensó que la noticia del suicidio de su amiga Cheslie Kryst , derrotada por la depresión, era sólo un chisme de redes sociales y pronto se sabría la verdad.
La tapatía estaba en vivo en el programa "Venga la Alegría", pero pronto tuvo que confirmar la muerte de la exMiss USA, con quien había convivido por varias semanas en el Miss Universo, tres años atrás y forjado una bonita relación.
“Fue duro contener el dolor, sobre todo al pensar qué hubiera pasado si yo hubiera estado más cerca y sido más observadora (de las señales depresivas), existió una como culpa de amiga de que las cosas pudieron ser diferentes. Fue pensar que nunca sabemos lo que están cargando los demás”, recuerda.
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Ese mismo día Sofía comenzó la escritura de La noche, una historia inspirada en los hechos trágicos de su amiga y que sería su entrada al mundo del cine. El corto dirigido y protagonizado por ella misma obtuvo el galardón a Mejor Productora en el LA Independent Women Film Award 2024 y se estrenará el mes próximo en México en el marco del festival Shorts.
“Ya lleva dos meses en circuito festivalero y tiene ahora cinco invitaciones más. Luego de lo de Cheslie fue pensar que nunca sabes qué batalla están librando las demás personas y es ver la necesidad de ser más empático, sobre todo preguntarle genuinamente a los demás si realmente están bien y no sólo el cómo estás y a otra cosa”, apunta.
Luego de ser segunda finalista en Miss Universo 2019, condujo programas de tv y se ha dedicado a hacer campañas y dar conferencias. En octubre se reeditará su libro El color de lo invisible, escrito previo a su participación en el certamen.
Pero el cine siempre le interesó. Así que estudió producción, dirección y actuación en la New York Film Academy. Y en eso se ha enfocado. Hasta fundó una compañía productora con la que realizó su corto debut.
Como actriz recién acabó el rodaje del filme La historia de un cenote, dirigida por Mike R. Ortiz, en la que interpreta a una mujer cuya vida cambia al encontrarse con un alushe, un ser mítico maya que cuenta con la voz de Eduardo España.
“El alushe realmente se siente vivo, obviamente con los matices de animación, pero como Golum (El señor de los anillos) que saber que no hay forma de que sea real, pero está bien terminado y se le verán las venas en los ojos”, comnta Sofía.
“Es la historia de una mujer que tiene que tomar una decisión que le cambia la vida por completo y para eso el alushe se vuelve parte fundamental; es una mujer que tiene que viajar en el tiempo y se hace un cambio completo de mentalidad, porque no es lo mismo estar en 1965, que en 2024”.
Por si fuera poco, ya está levantando otro largometraje como productora, aún sabiendo que en México hacer cine no es necesariamente negocio.
“Dice mi paisano Guillermo del Toro que el estado natural de una película es que no se haga; ahora, si sale (el filme), y que además funcione en taquilla, es complicado. Sí quiero vivir de esto, pero también creo que el cine, más allá de negocio, mis ganas de hacerlo están alejada de ser exitosa financieramente”.
En torno a los certámenes de belleza y la apertura de Miss México a participantes trans, Sofía considera que es sólo una señal de inclusión.
“Un certamen de belleza es como si fuera una entrevista de trabajo para un puesto de un año, no es nada más que ganó la más bonita y ya. Muchas personas que opinan (en contra) es porque sólo lo ven como un concurso de belleza , pero en realidad es para ser representante de muchísimas cosas como sociales y de marcas durante 12 meses.
“Y este trabajo puede ser realizado por una mujer casada, por una soltera, embarazada o trans, de cualquier edad, no debemos limitar la capacidad a una persona de cumplir ese papel”, añade.
Lo importante, señala, es que todo esto va encaminado a la salud mental, pues en pleno siglo XXI se debe luchar contra la exclusión. “Si se abre el espacio debe ser de manera genuina, no como estrategia de marketing”.