El frío clima de Dublín, Irlanda, los conflictos familiares, los cambios de residencia constantes y la pérdida de su madre posiblemente fueron posiblemente lo que definió el distintivo sonido de la cantante Sinéad O'Connor: siempre con aires de soledad, pero llenos de carácter.
Desde muy joven, las complicaciones y las constantes peleas con su madre la llevaron a alejarse de ella y mudarse con su padre y madrastra. Pero, su mala conducta, que siempre desafiaba la autoridad en la escuela, la llevó a estudiar en un reformatorio en el Centro de Formación de Grianan, profundizando su distancia del lugar donde nació.
Fue con la formación de su primer grupo, Ton Ton Macoute, nombrado así por las milicias paramilitares haitianas, que la cantante irlandesa comenzó a ganar terreno en la industria musical y a conseguir grandes contratos que le permitieron trazar su propio camino. Aunque su estilo ya estaba influenciado por su pasado.
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A ello se sumó el fallecimiento de su progenitora, el cual pese a la lejanía, la devastó al grado de abandonar aquel grupo con el que inició.
Más tarde, su colaboración con U2 la llevó a lanzar su primer éxito. Sin embargo, sus declaraciones afines al Ejército Republicano Irlandés y sus señalamientos a U2 por influir de forma negativa en el rock irlandés no solo la alejaron de la banda, sino también le generaron muchos detractores debido a sus inclinaciones sociopolíticas.
"The Lion and the cobra", el primer álbum de estudio de O'Connor, llegó igualmente en tiempos complicados, cuando la cantante tenía apenas 20 años y había quedado embarazada del baterista Jonh Reynolds, mientras era presionada por la disquera para abortar, decisión que no tomó.
Con el sencillo obtuvo su primer disco de oro y una nominación al grammy por mejor interpretación femenina, y a partir de ahí todo subiría rápidamente para la irlandesa.
Su sonido nostálgico y melancólico junto a su gran capacidad vocal fue la clave de su éxito mundial con el lanzamiento de "Nothing Compares U 2", y "I Do Not Want What I Haven't Got".
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Con este último tuvo cuatro nominaciones al Grammy incluyendo mejor grabación del año y varias certificaciones de platino por parte de la disquera que la auspiciaba.
Desde entonces, durante los años noventa, O'Connor participó junto a artistas como Roger Water, Peter Gabriel, e incluso llegó al corazón de latinoamérica en el marco del término de la dictadura en Chile de Augusto Pinochet, mientras en Irlanda continuaban los conflictos noirirlandeses: una situación bélica que también terminó trastocando a ella y a su música.
Un evento que también marcaría su trayectoria fue su presentación en el programa "Saturday Night Live", donde fue la artista invitada y presentó la canción "War" de Bob Marley, pero realizó un cambio en la letra sustituyendo la palabra "racismo" por "abuso de menores", mientras mostraba una fotografía del Papa Juan Pablo II ante las cámaras.
Manteniendo su actitud firme, en 2018, tomó una decisión trascendental y se convirtió al Islam, describiéndolo como "la conclusión natural de cualquier viaje teológico inteligente". Desde ese momento, adoptó el nombre de Shuhada y abandonó por completo la fe católica a la que había renegado años atrás.
Su hijo Shane, de 17 años, estuvo internado hasta principios del 2022 debido a un riesgo de suicidio, pero desapareció de la institución. En ese momento, Sinead pidió públicamente que no tomara una decisión drástica hasta que fuera encontrado; sin embargo, días después se le halló muerto.
Año y medio después, el drama de O'Connor concluyó con su fallecimiento a los 56 años, según medios internacionales. Aunque la causa de su muerte aún no ha sido revelada.
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