Las acusaciones de violación o agresión sexual contra el actor Gérard Depardieu han acabado por dividir al mundo cultural francés, entre los que creen que llegó el momento de destapar los abusos y los que insisten en que hay que dejar a la justicia hacer su trabajo.
Las acusaciones más graves contra Depardieu, de 75 años, se remontan a 2020, pero otras actrices, trabajadoras del cine o el teatro e incluso periodistas (entre ellas la española Ruth Baza, que lo entrevistó en 1995) han aportado nuevos y graves testimonios.
Fue una carta pública de apoyo al actor la que abrió la caja de truenos: cerca de 60 personalidades del mundo del cine, el arte o la literatura expresaron su admiración por el intérprete de Cyrano, al que consideran “el actor más grande”, en peligro de ser “cancelado”.
La réplica a esa tribuna publicada en el diario Le Figaro fue fulminante: más de 600 personalidades advirtieron que Depardieu “no representa a Francia”.
“No, no estamos orgullosos de Depardieu”, declaró el expresidente y predecesor del presidente Emmanuel Macron —que en una entrevista televisiva tomó partido por la estrella—, François Hollande.
Tanto del lado de los defensores de Depardieu como de los críticos abundan los nombres prestigiosos: la actriz Catherine Deneuve tomó partido por su colega, así como Nathalie Baye o Fanny Ardant. Del lado crítico, jóvenes cantantes como Angèle, Pomme o actrices veteranas como Anne Roumanoff.
Gérard Depardieu es un “depredador”, acusó a su vez la actriz Sophie Marceau, que ya denunció al histrión en 2015.
Algunos de los firmantes de la carta abierta en favor de Depardieu han retirado su apoyo, ante la enorme presión pública.