Shania Twain ha cantado al empoderamiento femenino desde los años 90. La intérprete canadiense es la voz detrás del sensual himno “Man! I feel like a woman”, que dice de manera contundente: “No voy a ser políticamente correcta, quiero ser libre… ¡Hombre! Me siento como una mujer”, y ese estandarte lo ha llevado a lo largo de tres décadas de carrera, incluso ahora, en que habla abiertamente del envejecimiento.
En diciembre pasado lanzó “Waking up dreaming”, primer sencillo de su nuevo disco y para la portada de la canción posó en topples como símbolo de conciliación con su cuerpo, mientras está enfrentándose a la menopausia, una etapa natural de la que quiere hablar a las mujeres para romper el tabú.
En 2018 confesó que había sido víctima de abuso sexual por parte de su padrastro cuando ella era una niña. Lo hizo con el objetivo de ayudar e inspirar a otras personas que estén enfrentando un problema así. En su caso, comenta, la música fue su refugio.
Hoy se siente esperanzada por el avance que el movimiento feminista ha tenido promoviendo la denuncia.
“Tienes que ser muy valiente como mujer para ser escuchada, pero está bien, veo el progreso, veo el avance que la sociedad está teniendo. A veces es un paso adelante y dos pasos atrás, pero el objetivo es ser un buen ejemplo, tratar de tener una influencia positiva en este asunto; para mí hoy eso es muy importante y me aseguro de estar rodeada de hombres que me respeten. No estoy interesada en dominar a los hombres, sólo estoy interesada en ser igual”.
Después de cinco años de ausencia en la música, durante la pandemia se dedicó a componer canciones como “Giddy up”, que forma parte de su nuevo álbum, Queen of me, que verá la luz el 3 de febrero.
Esta etapa de confinamiento, confesó, la ayudó a reenfocarse en sí misma y su positivismo.
“He tenido una vida larga en la música, pero el estado de ánimo en el que estoy ahora es muy especial porque me siento muy liberada de muchas maneras y estoy celebrando cosas a nivel personal y profesional. Me siento optimista y no quiero perder el tiempo ni desperdiciar energía, sino aprovechar la vida”.
Siendo la artista femenina más vendida en la historia de la música country, con más de 100 millones de discos vendidos, tiene fe en las nuevas formas de distribuir música por streaming, aunque confía en que los clásicos nunca morirán.
“Me siento muy afortunada de tener música que ha tenido una longevidad y creo que después de un tiempo, los clásicos simplemente comienzan a reciclarse y tienen un nuevo significado en nuevas plataformas. Ahora hay más accesibilidad digital, pero también hay vinilos, lo cual es muy divertido de experimentar”.
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