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En los 80 y 90, los villanos de televisión tenían diferentes nombres pero una misma cara, la del actor Sebastián Ligarde.
Conocido por sus personajes en "Quinceañera", "María la del Barrio" y "Salomé", Ligarde ganó fama y reconocimiento; sin embargo, su carrera se fue en picada y para principios de los 2000 dejó México para probar suerte en el extranjero.
Ahora, el actor reveló que su decisión de abandonar el país tuvo que ver con que llegó a sentirse menospreciado por las televisoras, pues ninguna de ellas le ofreció una oportunidad laboral y despreciaron su talento: "México no le dio mucho seguimiento a mi carrera, ni una televisora ni otra. Como que no les importó mi talento ni mi nombre ni nada", dijo en entrevista para el programa "De primera Mano".
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Es por ello que, a pesar de ser mexicano, aseguró que nuestro país ha quedado fuera de su vida y de su presente: "México de alguna manera, en mi corazón, ya forma parte de mi pasado", agregó.
Ligarde, actualmente, vive y trabaja en Estados Unidos, aunque gran parte de su carrera la ha realizado en Perú, tierra que tiene un lugar muy especial en su corazón: “Cuando llegué a Perú la gente me gritaba en la calle por los nombres todavía de mis personajes. Me gritaban ‘Diego’, ‘Memo’ o ‘Andrés del Valle’. Tengo un cariño y un amor por parte de la gente en Perú, porque muchas veces han pasado ahí repeticiones de mis novelas”.
Es tanto su amor por el país sudamericano, que reveló su deseo de que parte de sus cenizas sean depositadas en algún lugar de Perú, como un tributo al cariño que ha recibido de su gente: "me gustaría que un pedacito de mis cenizas quedé allá, con esa gente que me ha demostrado su amor incondicional", finalizó.
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