Más Información
aridiana.banos@eluniversal.com.mx
Con un elegante vestido rojo y de la mano de su hija Elizabetha Gruener arribó Susana Zabaleta al Teatro Milán la noche del lunes, donde sería la madrina del estreno de la obra Crisis, modelo para armar.
“El Aguacate (Héctor Berzunza) es mi gran amigo y estoy compartiendo escena con él (en Casi normales), pero ahora produce, dirige y actúa, vamos a ver, con que una cosa le salga bien”, bromeó la también cantante.
Antes de ingresar al Foro Lucerna, espacio alterno al Teatro Milán, la Zabaleta compartió orgullosa que después de la temporada que su primogénita pasó en Israel, haciendo su servicio militar en el ejército de aquel país, pronto viajará a Londres.
“Se va en septiembre porque la aceptaron en una escuela en Londres, está feliz, se va a estudiar actuación, quisiera ser ella, la verdad”.
La separación será complicada para Susana Zabaleta, reconoce, porque nunca es fácil dejar ir a un hijo y mucho menos cuando tienen una relación estrecha como la de ellas.
“Sí entiendo esta sensación del nido vacío porque es muy doloroso decir: ok, ya se fue, ¿y ahora qué hago? Pero también hay que comprender que es parte de esto que llamamos vida y que un hijo no puede ser grande si no se encuentra a sí mismo”.
Curiosamente la puesta en escena que iban a disfrutar habla de cómo los momentos de crisis son el preámbulo de un cambio en la vida de una persona, una oportunidad de evolucionar y crecer.
“Yo siempre estoy en crisis”, expresó Susana sobre la conexión que podría tener con esta historia.
En el escenario Marta Fernanda, Paola Gómez, Paola Mingüer, Carlos Banega, Héctor Berzunza, Gabriel Navarro y Rogelio Suárez contaron la historia de cómo el llamado “error de diciembre”, en 1994, afectó de manera económica a los protagonistas, y en su vida personal, teniendo como contexto la música interpretada por David Federico Suzawa, al piano.
La gente reía con los dramas que los actores representaban en escena, desde el difícil momento que un niño de siete años pasa cuando sus padres se separan, hasta una pareja intentando tener un hijo, pero una de las partes no está tan convencida de ello; si bien estos temas son complicados, en el texto de Antonio y Javier Malpica lo tratan con humor y sencillez.
“Tiene el humor patético de la serie Friends, de que ves a alguien en crisis o le está pasando algo horrible y te estás divirtiendo, pero esto sucede porque te ha pasado a ti; ese es el lugar en que nos vamos a divertir todos”, expresó Héctor Berzunza.
Él, Rogelio Suárez y Paola Mingüer formaron parte del primer elenco que presentó esta obra hace 10 años, y aseguran que este montaje les cambió la vida, comenzando por Mingüer; Paola recordó que tuvo que trabajar en un kínder para solventar los gastos de todos los días, debido a que era una cuota voluntaria la que se pagaba para ver la obra y no daba muchos frutos, pero a una década de distancia comprobó que se puede vivir haciendo lo que se ama y hasta le dio la oportunidad ahora de producir.