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aridiana.banos@eluniversal.com.mx
El teatro es un fenómeno vivo donde todo puede suceder, incluso historias que dan escalofríos y no dejan dormir en las noches. Pero a diferencia del cine o la televisión, en escena lo que no se ve pero se intuye es lo que provoca gritos y sobresaltos.
“Es el género más complicado porque es muy delgada la línea, si te queda muy floja se vuelve aburrida, si te queda muy tensa se puede volver ridículo y exagerado. De ahí la dificultad de que el terror sea un equilibrio perfecto para que se pueda lograr la risa del alivio, para aflojar al público y después ir con las dosis de terror que hagan que verdaderamente se convulsionen”, señala Rafael Perrín, actor y director de la puesta en escena La dama de negro, que este año cumplió 24 años de temporada.
Los musicales y las comedias son las obras que ocupan más espacio en la cartelera mexicana pero cada vez más productores también se animan a enfrentar el desafío de hacer una historia de terror o de espantos.
“Hace dos o tres años empecé a incursionar en este tema, porque yo sé que hay un público al que le gusta mucho. Me lo propuse como un experimento y le he encontrado el gusto, además de que hallé buena respuesta del público”, dice Gabriel Pineda, dramaturgo y director de Danzite Coffee Art Club.
“El género no está bien entendido por la gente, entonces llegan esperando encontrarse con toda la parafernalia del cine, que obviamente el teatro no permite, mucho menos uno que está hecho de manera independiente, que no es una superproducción donde se pueden tener recursos importantes. Tenemos que echar mano de mucho ingenio y eso es lo complicado”, explica.
En Danzite existe en este momento una cartelera alusiva a la época de Halloween y Día de Muertos, pero hay dos títulos que son constantes en su oferta sin importar la época del año y que se engloban en un concepto llamado Universo Macabro, Terror en el manicomio y Desde el infierno, son las obras que lo componen y el año que entra tendrá dos piezas más.
“Empezó con una propuesta teatral que hice de El exorcismo de Emily Rose. Me propuse hacer otra ya más enfocada al terror y más complejo, empezaron a surgir varias ideas pero no me decidía por una, así que me pregunté ¿por qué no hacer varias? Y así surgió Universo Macabro”.
El dramaturgo señaló que curiosamente las piezas teatrales podrían compararse con terribles sucesos de la realidad y son muy actuales, como los asesinos seriales o el robo de órganos. Esto pese a que él las ubica a principios del siglo XIX.
Sobre por qué le gusta a la gente esta clase de historias, Gabriel opinó que hay diversas razones, entre ellas la catarsis. “Liberar las emociones nos gusta. En la parte del terror tiene que ver con ese monstruo interior que llevamos, sacar esa parte, si no grotesca no tan educada que tenemos, es como sacar a pasear a nuestro monstruos para después tener calma”.
Para Gabriel, la catarsis que se genera es una especie de adicción es como sacar a pasear a nuestro monstruo para después tener calma, creo que podría ir por ahí la razón”.
Horror y risa. Rafael Perrín, con base en su experiencia, tiene una fórmula que funciona en este género: “El humor negro del mexicano, la burla que hacemos hacia la muerte es muy importante. Cuando estamos en una situación tensa o de angustia siempre lo contestamos con un chiste o una risa, los mexicanos no sabemos aceptar que nos da miedo algo.
“Pienso que ahí radica que las obras, las novelas y las películas de terror tengan éxito”.
Son ya 24 años que Rafael Perrín se sube todas las semanas al escenario para recrear la historia de La dama de negro y un poco más de un año y medio que se adentra al psicoterror de Esquizofrenia, la cual surgió de una pesadilla en la que se quedaba encerrado en un hospital psiquiátrico estando sano.
“A estas alturas puedo decir que es divertido, ya es un oficio donde sabes cómo enfrentarte a esto, pero al principio era no sólo un desgaste físico sino emocional, al grado que a mí me dio un infarto a los inicios de La dama de negro, porque era tanta la energía y la vivencia que ponía, que Germán Robles siempre me decía: ‘Rafa esto es de mentiras, no te claves tanto’”.
Germán Robles sabía de lo que hablaba. Conocido por su interpretación de Drácula en la película de 1957 El vampiro, este actor se convirtió en referente del terror mexicano.
Rafael Perrín aseguró que más allá de efectos especiales o espectaculares escenografías, lograr una buena respuesta del público dependerá en gran medida de un buen texto.
“Pienso que el gran éxito de La dama de negro es la adaptación que hizo Stephen Mallatratt a la novela de Susan Hill, sin duda el libreto es en sí mismo profundamente interesante”, explica.