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Nueva York.— Lo mejor del Festival de Cine creado por Robert De Niro en el año 2002 para reavivar las zonas más afectadas tras los atentados del 11 de septiembre en Nueva York son precisamente las Tribeca talks, charlas con las que grandes estrellas de la cinematografía mundial se sientan una hora a contarle al público los pormenores de sus carreras, datos curiosos y lo que se le has quedado grabado en la memoria de los sets.

En este marco fue donde el propio De Niro invitó al director con el que ha trabajado en nueve filmes y con el que forjó gran parte de su carrera, Martin Scorsese, a contarle a todo el auditorio del teatro Beacon cómo fueron esos primeros años (y los que siguieron) en los que empezaron a trabajar juntos y hacer historia.

En la audiencia estaba Leonardo DiCaprio, quien había intentado ir de incógnito pero lo descubrió Scorsese cuando al referirse a él desde el estrado dijo: “por cierto que Leo está aquí, en alguna parte, escondido, ‘¿dónde estás Leo?’”, preguntó varias veces hasta que DiCaprio se puso de pie sin quitarse su gorra de beisbol y saludó desde las primeras filas.

Leonardo ha participado en cinco películas del director neoyorquino y De Niro contó que él recomendó a Scorsese trabajar con el actor.

El director lo confirmó: “Robert fue quien me convenció para que protagonizara El lobo de Wall Street porque él lo había conocido haciendo Boy’s life en 1993 y le había parecido espectacular. ‘Está este chico, Leo DiCaprio. Es realmente bueno, tú tienes que trabajar con él en algún momento Marty’, me dijo. Y la verdad es que fue una extraordinaria fortuna hacerlo, porque a DiCaprio le gustan el tipo de películas que hacemos. No tiene miedo a tocar ciertos tópicos y es un actor al que le preocupa la verdad de un personaje y de una situación. No le da miedo tomar riesgos e ir hacia donde tenga que ir con todas estas cosas”.

También contaron que la mítica película Toro salvaje (Raging bull) casi no se hace porque los ejecutivos del estudio estuvieron a punto de cancelarla pues la biopic del boxeador Jake LaMotta les parecía muy violenta.

“Yo no entendía el boxeo pero me di cuenta de que la cinta en realidad era acerca del atleta en sí mismo, más allá del deporte”, explicó Scorsese sobre el filme.

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