Londres, principos de los años 2000, un joven rico y encantador que asiste a Oxford no se percata de que está siendo cautelosamente observado por un estudiante, aparentemente común, que unos días después casualmente lo salvará de un apuro, iniciando así una amistad.

Se trata de Oliver (Barry Keoghan), quien contrario a Felix Catton (Jacob Elordi), se ganó su lugar en la prestigiosa escuela a través de su esfuerzo, pero al conocer al chico más popular de su generación comienza a sentir una extraña obsesión por pertenecer a su mundo.

Esa es la historia detrás de "Saltburn", la nueva película de la actriz y guionista, ganadora del Oscar, Emerald Fennell (Hermosa venganza), que explora en el lado oscuro de la apariencia motivada por la obsesión y el deseo.

“Pensé en esta historia durante siete u ocho años y empezó con la idea de un joven, Oliver, que insiste en que no está enamorado de alguien o algo, creo que siempre que alguien insiste tanto en algo así, normalmente se está mintiendo a sí mismo... quería hablar sobre eso y lo que te pasa cuando no puedes alcanzar a la persona que quieres”, explica Fennell en entrevista.

Para la realizadora este sentimiento tiene cierta relación directa con la realidad actual de los jóvenes en las redes sociales, quienes pueden acceder más facilmente a un mundo de apariencias y mentiras a través de las herramientas que estas facilitan, como los filtros de Instagram o los muros controlados que muestran sólo la parte buena de las vidas de las personas.

“Ahora parece que tenemos un conocimiento íntimo de la vida de todos, pero en realidad no nos conocemos”, apunta.

“(Con las redes) podemos saber sobre las casas de las personas, sus parejas e hijos, incluso lo que comen. Parece que sabemos todo sobre ellos, es un tipo de extraña relación parasocial, sin embargo son completamente unilaterales; es un momento social realmente fascinante y extraño y la película toca algo de ese sentimiento”, añade.

De la realidad a la ficción

Basada en una experiencia propia Fennell cuenta cómo mientras Oliver lucha por encontrar su lugar en la universidad, se ve arrastrado al mundo del aristocrático Felix, quien lo invita a Saltburn, la extensa propiedad de su excéntrica familia, para pasar un verano inolvidable. Ahí conoce a su peculiar familia encabezada por la mámá, Elspeth (la británica Rosamund Pike), quien personifica la frivolidad.

“La película es el encubrimiento masivo de la inseguridad. Elspeth lo hace luciendo fabulosa, asegurándose de tener la última palabra, siendo graciosa, directa, muy desdeñosa con la gente y siendo una mujer extrema: que te ama o te detesta, porque ha decidido que la vida es más interesante si tienes una opinión polarizada. Si viene algún invitado, es fabuloso o es horrible…

“Cuando leí este guión supe que Elspeth era un ingrediente esencial que la historia necesitaba”.

Pike, quien por su participación en esta cinta ha sido acreedora de una nominación a los próximos Globos de Oro, da un toque de realismo crudo a la historia, haciendo evidentes las desigualdades sociales a través de dialogos que en redes sociales hoy serían censurables.

“Es un papel que la gente realmente disfruta porque hoy en día todo el mundo está tan censurado que todos tenemos que tener mucho cuidado con lo que decimos y es muy refrescante ver a un personaje a quien le importa un comino lo que dice, que puede decir qué diablos quiere todo el tiempo porque está dentro de su finca, no hay cámaras grabando, ni nadie escuchando”, explica Rosamund Pike.

La cinta, que llegará a Prime Video este viernes 22 de diciembre, plasma las consecuencias físicas y mentales de llevar al límite una mentira con el objetivo de acceder a algo o alguien.

“Lo que me asusta en este momento es la forma en que la imagen es totalmente autocreada y la gente está proyectando una versión de sí misma... la epidemia del narcisismo es aterradora y tal vez es la razón por la que hoy sentimos que todo el mundo es tan egoísta”, considera Rosamund.

Antes de su llegada a streaming la cinta tuvo su estreno en festivales y cines límitados de Lodres y EU, donde ha sido catalogada como una de las películas más provocativas del año debido a las escenas eróticas por considerarlas muy perturbadoras.

Al respecto la creadora explicó que algunas de estas escenas se justifican con la intención de darle un realismo íntimo a la trama.

“Estamos muy acostumbrados a ver escenas eróticas en películas que no parecen ni remotamente reales, pero creo que lo que tal vez la gente considere provocativo o transgresor de esta película es que en realidad es un retrato bastante íntimo y honesto del tipo de cosas que la gente hace cuando está sola, cuando nadie los mira”, señala la guionista.

Detrás de la perversa historia está LuckyChap Entertainment, empresa productora de Margot Robie (Barbie), mientras que el elenco se completa con actores como Carey Mulligan y Archie Madekwe.

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