Rosita Pelayo, conocida por su destacada participación en "Cachún cachún ra ra!", falleció hoy, 16 de diciembre, después de ser ingresada al hospital Álvaro Obregón de la Ciudad de México debido a complicaciones de salud relacionadas con el cáncer de colon diagnosticado a mediados de este año.
Desde su infancia, la famosa estuvo vinculada al mundo del entretenimiento, ya que su padre fue el legendario locutor Luis Manuel, conocido como "Kalimán", super héroe a quien prestaba su voz.
Hace dos años, en abril, Pelayo compartió con los medios de comunicación las lecciones que le dejó la personalidad popular de los años 70 y cómo lo recordaba, ya que este falleció en 1989.
Con alegría, expresó en "Sale el sol" que, desde su partida, seguía hablándole, haciéndole preguntas e incluso chiflándole, asegurando que vivió una infancia feliz en la que fue muy consentida. "Recuerdo tantas cosas que me compraba, de sus juegos y de su risa", externó.
Sobre cómo era Luis Manuel fuera de las cámaras, la artista explicó que no solía recibir regaños del actor: "le encantaba tocar el piano en la casa, se compró un órgano y pasaba horas con él".
Pelayo lo recordaba en su despacho lleno de libros; "le encantaba leer los días lluviosos y era muy culto". El talento también fue anfitrión del programa de concursos "Sube Pelayo sube".
Una de sus mejores anécdotas fue cuando ella, en sus inicios artísticos a los 17 años, le pidió permiso para ir a una fiesta después de terminar una función de teatro en el centro de la Ciudad de México. Sin embargo, él le dijo que llegara a casa a las 12 de la noche. "¿Cómo a las 12 de la noche? Si a esa hora apenas va acabando la función. Aunque se dedicaba a esto, finalmente siempre saltaba su instinto paternal", agregó.
A pesar de que el famoso era considerado una persona sumamente feliz, Pelayo admitió que lo vio muy triste cuando le quitaron su programa por problemas con el presidente Luis Echeverría, cayendo en una fuerte depresión. "Imagínense que te manden a la banca cuando tienes juventud, energía, ganas de salir adelante y mucho éxito. Eso te vuelve loco, y a él le pegó mucho. Él no comprendía lo que pasaba, y fue muy triste para la familia ese momento", detalló.
Una de las mayores enseñanzas que le dejó fue la disciplina y el rigor por el trabajo. A lo largo de su trayectoria, Rosa María Pelayo Vargas, su nombre de pila, se mantuvo lejos de las polémicas. La famosa fue el fruto del amor entre Luis Manuel y Rosa María Vargas Martínez. No tuvo hijos.