En 1989 el director Jorge Fons dio cátedra de cómo con pocos recursos, mucho talento, voluntad y por qué no, rebeldía, se podía lograr una hazaña que en la actualidad podría sonar hasta fantástica, filmar una película a espaldas del Gobierno, en la cual se hace una dura crítica a los círculos de poder y abordar un tema que, debido a la época, se sabía sería censurado: la matanza de estudiantes en 1968, en la Plaza de la Tres Culturas; todo esto encierra el filme “Rojo Amanecer”.
La idea de realizar una película con la temática el movimiento estudiantil de 1968 fue del guionista Xavier Robles, quien en 1985 quiso hacer un homenaje, a través del cine, a la lucha de aquellos jóvenes que fueron muertos, heridos o encarcelados; el libreto fue terminado en 1988 y llevó el título de “ Bengalas en el cielo”.
Fue el propio Robles quien hizo llegar el guion a Fons para que lo dirigiera, y de inmediato obtuvo el sí, pero además el director comenzó a buscar más apoyos para la realización de este film, para lo cual se sumó Héctor Bonilla , que no sólo actuó sino también produjo.
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Como parte de la preparación para el rodaje, se contó con testimonios de gente que vivió ese suceso, incluida la actriz María Rojo que estuvo presente en la Plaza de las Tres Culturas y fue salvada por un soldado, que la arrastró hasta uno de los edificios.
Foto: Archivo
Antes de comenzar a filmar, el guion tenía que ser aprobado por RTC, el organismo gubernamental que se encarga de regular los contenidos en los medios, pero ahí se toparon con el primer obstáculo, porque rechazaron la historia , pero no se iban a dar por vencidos. Héctor Bonilla no paró y comenzó a formar el elenco llamando a talentos como Roberto Sosa , a los hermanos Demián y Bruno Bichir, quienes habían vivido casualmente en Tlatelolco; a Eduardo Palomo y María Rojo, sólo por mencionar algunos.
El 30 de mayo de 1989 comenzó la filmación de manera clandestina, con 26 mil pesos en el bolsillo y en un foro cercano al Estadio Azteca. El departamento en el que una familia pasaba la masacre estudiantil de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, había sido construido gracias a recuerdos de todos. Julio, hijo del realizador, llevó muebles propios y los Bichir sus fotos de niños como decoración; María Rojo y demás, prácticamente no cobraron por su trabajo.
“Todos estaban muy comprometidos, fue una película que hicimos sin dinero. El foro lo prestaron, mi hijo llevó los libros y una foto del Che que ahí se ven; los Bichir eran amigos, la hicimos de una manera muy casera. Entrábamos temprano y salíamos a las 10 u 11 de la noche, todos queríamos hacer un buen trabajo”, recordó Fons en una entrevista para El Universal.
Además de trabajar por muy poco pago, los hermanos Bichir contribuyeron a la escenografía Foto: Archivo
Rojo amanecer fue apoyada inicialmente por Héctor Bonilla y rescatada por Valentín Trujillo, quien fue convencido para inyectar dinero cuando éste se acabó. Aunque el departamento y la mayoría de las escenas se rodaron en el foro, fue necesario hacer unas tomas en los pasillos del Conjunto Urbano Nonoalco Tlatelolco, y como no tenían permiso para hacerlo tuvieron que ser muy hábiles para evitar a la policía.
"Había que hacerla a escondidas; prácticamente en la clandestinidad. Y ese sentimiento prevaleció mientras la hacíamos. Como era una película pobre, producida por nosotros, trabajábamos horarios larguísimos: desde que amanecía hasta la una o dos de la mañana, y cuando terminábamos, alguien salía previamente a revisar que no hubiera una patrulla o un auto sospechoso y teníamos que encaminar a las mujeres. Eso agregaba emoción a lo que hacíamos", comentó Fons.
Cuando se terminó la filmación, el revelado de los rollos y la edición se llevó a cabo en los Estudios Churubusco, también en secreto, aprovechando que Valentín Trujillo tenía una oficina en el edificio de productores. Cuando "Rojo amanecer" (nombre que finalmente se le dio a la película por sugerencia de Trujillo) estuvo terminada fue llevada a RTC para su autorización, pero permaneció "enlatada" o detenida durante seis meses , la razón es que las autoridades no querían que este film dejara una mala imagen del Ejército Mexicano; fue gracias a la presión social y a la intervención del entonces director de la SOGEM, José María Fernández Unsaín, que se logró que el presidente Carlos Salinas de Gortari observara la película y la autorizara la exhibición, con la condición de que se editaran tres escenas donde aparecen o se hace mención de la participación de los soldados en la masacre, Valentín Trujillo aceptó.
Finalmente el 17 de octubre de 1990 Rojo amanecer se estrenó en una función especial en la Cineteca Naciona l, pero en la corrida comercial la respuesta fue muy positiva y logró permanecer en cartelera por seis semanas, logrando recaudar en taquilla 726 millones de pesos de la época, su costo total fue de 320 mil pesos, y había reunido a 370 mil 846 asistentes. La película ganó once premios Ariel en 1990, en las categorías director, actor, actriz, edición, guion original, argumento original, música y coactuación; y cuatro Diosas de Plata en las categorías mejor película, mejor director, mejor actriz y mejor actor.
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