Espectáculos

Ricardo Arjona transforma el Auditorio en un Circo

El cantante conquistó nuevamente a sus fans con su sentido del humor y éxitos musicales

Foto: Juan Carlos Reyes/EL UNIVERSAL
25/05/2018 |10:52Humberto Montoya O. |
Redacción El Universal
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Un verdadero circo es lo que ofrece Arjona en su concierto, y no, no en el sentido figurado. El cantante transformó el escenario del Auditorio Nacional literalmente en un circo en donde además de una docena de éxitos musicales hubo desde acrobacias, malabares y hasta una taquilla.

Minutos después de las 20:30 horas del jueves, el artista guatemalteco emergió desde una taquilla montada en el escenario para dar inicio a su presentación en el Coloso de Reforma como parte de su Circo Soledad Tour. Piropos, aplausos y gritos desgarradores fueron la constante durante la velada.

Arjona comenzó el recorrido musical con temas como Ella, Señorita y El Problema, vestido de negro de pies a cabeza y acompañado por más de 10 músicos que vestían acorde al escenario, que por esa noche se transformó en todo un espectáculo circense. Las pantallas proyectaron desde un carrusel y unas calles citadinas, hasta un bar y una carpa.

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Hubo desde una taquilla, un triciclo lleno de globos, otro que funcionaría más adelante como un taxi y hasta maniquíes vestidos con motivos cirqueros, así como un experto que hizo malabares y bailaba sobre un aro y una chica que hizo lo propio con danza aérea.

“¡Que ganas de volver! Desde el pasaje de mi vida fundamental que me tocó atravesarlo bajo este cielo, el mismo de ustedes. Siempre que me voy, me quedo esa enfermedad incurable de querer volver, por muchos años que anduve por acá,fueron muchas canciones que pasaron por acá, muchas cosas que viví. Lo cierto es que estamos de vuelta y estar de vuelta es señal de estar vivo, y hay que estar vivo para poder soportar muchas delas cosas que pasan allá afuera y que nos vienen a golpear justamente en el pecho, hay que estar vivo para someterse al delirio de llamar a una operadora que tiene 150 conciertos para hacer fila para pelearse con el presupuesto para ver si algún tipo de ir viene de algún lado, logra robarte os algún pedacito de nuestra emoción.

“Me da gusto estar acá, ¿están listos para empezar? ¿Vienen con tiempo, con prisa, hay que llegar temprano a casa? Este que les habla está esta noche para lo que ustedes se les dé la gana, ¿empezamos?”, dijo la primera vez que se dirigió a un recinto lleno y que le correspondió con aplausos y chiflidos antes de arrancar nuevamente con la canción Acompáñame a estar solo.

Fueron numerosas las ocasiones que gente del público, compuesto en su mayoría por señoras y jovencitas, le gritaba “te amo”, “papacito” o “cásate conmigo”, hecho que le sacaba una sonrisa y que incluso lo haría recordar que en sus inicios, habría dado lo que fuera porque alguien quisiera tomar su mano o pedirle una canción.

Arjona bromearía al recordar historias de amor y recuerdos antes de hacer un recorrido de su basta carrera musical. En una de ellas dijo: “Se dio a la tres ahora sí y de una vez por todas de encontrarse al amor de su vida. Y lo empezó a buscar de la peor manera que existe en el mundo para encontrarlo y es con prisa y entonces le paso lo que a muchos de nosotros, y es que lo confundió con el primer pendejo qué pasó por aquí, ella sabía que no era el amor de su vida pero tenía prisa”, lo que provocó risas en los presentes para después interpretar Hasta que la muerte los separe.

Al interpretar su tema Si el norte fuera el sur, se proyectaron en las pantallas a sus espaldas imágenes de Kim Kardashian y Donald Trump, así como banderas de distintas partes del mundo, y antes de hacerlo, un miembro del público le alcanzaría hasta sus manos una pequeña bandera de México, misma que acomodó en el escenario.

Al cantar Señora de las cuatro décadas, Arjona hizo una pequeña pausa para apuntar con una cámara colocada en el escenario hacia el público sentado en las últimas filas del recinto, leyendo la cartulina de una señora y explicando que aunque había prometido no volvería a cantar ese tema, lo haría si ella lo acompañaba al escenario.

Alguien del recinto la tomo de la mano hasta el escenario, mientras que ella, sonriente y nerviosa, entro a su lado y le tomo de la mano al cantante para después fundirse en un abrazo. Arjona bromeó diciendo: “Yo tenía que preguntar antes, ¿viniste con tu esposo y estás sentada en las piernas mías? Señor, con todo respeto la verdad es que yo soy el que la está jalando pero ella se quiere mantener parada. Se llama Teresa, me encanto que bajara desde allá arriba. ¿No es celoso tu marido? Un besito en la mejilla te puedo dar. Para Teresa y todas las señoras de cuatro décadas que anden por ahí”, dijo antes de finalizar el tema y volverla a abrazar.

Luego de esto, siguieron otros temas como Te conozco, Fuiste tú, Historia de taxi, Apnea y Si el norte fuera sur. Tras un encoré que combinó parte de sus éxitos y en donde incluso pidió al público le gritara que querían escuchar, afirmando que podía leer los labios, así como una breve pausa que lo hizo volver dos veces al escenario, Arjona demostró tras más de dos horas y media de concierto que el público mexicano sigue enamorado de ese taxista que canta y que los enamoró años atrás.

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