Detrás de la imagen de rudeza que muchos militares muestran, hay personas comunes, con vulnerabilidades y anhelos, algo que todos deberían saber, considera el actor Milo Ventimiglia.
Él lo vivió en carne propia, al ser hijo de un veterano de la Guerra de Vietnam, que sucedió entre 1955 y 1975. Asegura que gracias a su padre ha conocido a gente que sirvió en la armada, las fuerzas especiales, de marina y aérea, en quienes se basó para crear su nuevo personaje: el sargento Sugar, en la cinta "Rescate imposible".
“Intenté representar a un grupo de hombres y mujeres que conozco personalmente; pensé mucho en ello. Tenía que darle mi toque al personaje y me encantaba que fuera un padre y que hablara sobre su hija y cosas comunes. Es un hombre bueno y honorable”, dice a EL UNIVERSAL.
Milo, que ganó fama internacional por ser el galán de la serie de drama "Las chicas Gilmore", ahora da vida a un héroe anónimo que se enfrenta a un violento grupo de terroristas en Filipinas en este filme que llega a cines el 14 de marzo.
Si bien el escenario de la historia es el Mar de Joló, del país asiático, el actor considera que es una historia que podría desarrollarse en cualquier lugar del mundo.
“Incluso no decimos de dónde son los malos ni qué representan, es sólo un grupo terrorista que está actuando y eso lo vemos en muchos países. Podría haber sido Texas y probablemente habría sido mucho más violento ahí, porque todo el mundo tiene armas en Texas”, detalla.
El actor estuvo en México como parte de la promoción de la película protagonizada por Liam Hemsworth y Russell Crowe, junto a Ricky Whittle.
Este último da vida al teniente Bishop y coincide en que los agentes militares merecen más reconocimiento en Estados Unidos y en otras fronteras.
“Todos los días, nuestro ejército y el de muchos países están haciendo inmensos sacrificios que nunca sabremos. Lo interesante del entretenimiento es que esto puede exaltarse, aunque en la vida real no están recibiendo los elogios que deberían”, opina Whittle.
Con sentimiento humano
En la trama, acompañan al personaje de Hemsworth, Kinney, para adentrarse en una zona hostil, dirigidos desde la base militar por el capitán Eddie Grimm “Reaper”, interpretado por Crowe.
Ahí, se deja ver el lado humano de los soldados, involucrando sus vidas personales en medio de la misión de rescate. Un ejemplo: cuando Sugar (Ventimiglia) habla del cereal favorito de su hija.
“Está sucediendo algo interesante en Hollywood, que la toxicidad de los personajes últimamente ha salido a la luz de tal manera que necesitamos entender quiénes somos y a quiénes celebramos como héroes”, considera Milo.
“Cuando tienes una oportunidad de interpretar a un buen hombre como en esta película, un hombre fuerte pero solidario, que también es de familia, simplemente te inspira”, destaca.
Ricky coincide en que ha habido cambios en la manera en que se abordan los héroes de acción, pero rescata lo que hacían actores como Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, quienes resaltaban sentimientos humanos, como el amor o la compasión.
“Hay una especie de masculinidad un poco tóxica en la que los actores tienen miedo de parecer vulnerables”, reconoce Whittle.
“Conozco a Schwarzenegger y Stallone porque amaba a sus personajes, ya que había vulnerabilidad allí, siempre estaban luchando por su hija, su esposa o por alguien a quien amaban, mientras que ahora siento que la acción es sólo acción por el bien, y si La Roca (Dwayne Johnson) o (Vin) Diesel salvan el día es genial, pero no es para nada como la realidad”.
Con esta película, esperan que la audiencia pueda divertirse sin dejar de lado una reflexión: “La gente tiene que pensar en lo que hay en el mundo, no sólo estar constantemente en nuestros teléfonos, en las redes sociales, simplemente pensando que todo es maravilloso en el mundo”, dice Milo.