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Regina Blandón lo dice sin problema, mientras ríe y se acomoda mejor sobre su asiento: “¡Fui una niña actriz muy agradable!”.
Alfonso Dosal, con su té de mate al lado, destaca: “Los niños tienen algo muy chingón que es la honestidad y actuando, así también lo son”.
Ambos se encuentran en el departamento de un edificio de la colonia Nápoles, en la Ciudad de México, reflexionando sobre trabajar con alguien menor de edad, cuya preparación actoral es poca.
Se encuentran en medio del rodaja de "Sin hijos", ópera prima de Roberto Fiesco, en donde el tercero de la ecuación protagónica es Francesca Mercadente, niña de 9 años.
En la historia los personajes de Regina y Alfonso se gustan y quieren estar juntos, pero él tiene una hija y ella no soporta a los niños.
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“Marina es un alma libre, viaja desde que acabó la escuela y siempre ha estado enamorada de Fidel, entonces decide regresar a buscarlo a ver si está solo, pero ella es un bicho raro al que no le gustan los niños y a los niños no les cae bien ella, entonces, están a mano”, dice Regina, durante un receso de la filmación.
¿Fuiste una niña actriz tú?, se le cuestiona. “Mi mamá siempre me traía cortita y mi papá también, si me ponía rara me decían, a ver , ven (risas). Aquí Fracesca lo hace muy bien, siempre es difícil trabajar con niños porque se cansan rápido, se aburren y hay que tener una atención más grande”, expresa.
Sin hijos es una producción de Corazón Films con Eficine, siendo la reversión del filme homónimo argentino que en 2015 encabezaron la española Maribel Verdú (Y tu mamá también) y el pampero Diego Peretti (En terapia).
Fiesco, dos veces ganador del Ariel y productor de Julián Hernández (Mil nubes de paz cercan el cielo, amor, jamás acabarás de ser amor), aclara que la versión mexicana es distinta.
“Es diferente el perfil físico de los protagonistas, allá son mayores (en edad) a los que tenemos; un poco el concepto visual es distinto y la esencia que tiene que ver con hablar de una mujer que no tiene que validar su rol social a partir de la maternidad y, por otro lado, ver una relación fuerte entre un padre divorciado y su hija, es ver una relación importante en un país machista como el nuestro”, apunta el realizador.
Dosal en la vida real es papá; en la ficción debe enfrentarse a buscar el equilibrio entre dos amores.
“Fidel es un solitario, no quería ser papá y esa es una construcción mía, pero es papá soltero y su vida entera es su hija, tanto que ha olvidado su cuerpo, su look, es un chavo metido en ser un buen padre.
“Un día le llega este amor de la prepa, quien lo invitó a viajar, pero prefirió atender la tienda de música de su abuelo, quedarse amarrado a algo seguro, cuando llega esta chica, le mueve el tapete y no le queda decir más que ok qué hacer”, narra.
Sin hijos se estrenaría en la segunda mitad de 2020.