¿Cómo se le llama a aquella película que reinicia una franquicia para los cinéfilos de hoy en día pero respeta la historia original que enamoró a las generaciones del pasado?
Eso pasó recientemente con las cintas Ghostbusters: El legado y Spider-Man : sin camino a casa, cuyas historias fueron renovadas, incluyendo personajes que emocionaron en años anteriores.
Secuela no es, pues esta sólo sucede como la continuación de una historia, sin reiniciarla. Precuela, tampoco, porque sólo aborda historias anteriores a la original. Reboot prácticamente no, pues implica sólo el reinicio de la franquicia.
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La respuesta tiene un nombre en específico: recuela.
“Hollywood siempre está buscando adaptarse, saben su negocio y las tendencias van cambiando cada ciertas décadas. Sabemos que primero fueron los superhéroes, luego el 3D, los filmes tipo Harry Potter o basados en novelas juveniles, los vampiros, etc. Parece que ahora se apela a la nostalgia por revivir clásicos, pero no reubicarlos de cero, porque eso sólo atraería quizá a la nueva generación, sino respetar las originales, para que ambos públicos se unan y sea rentable”, comenta el crítico Silvestre López Portillo a EL UNIVERSAL .
Quizá quien le puso nombre a esta tendencia fue el filme Scream (2022) donde uno de sus personajes habla claramente de esta nueva forma de hacer películas. El filme explica en pocas palabras que una recuela es la combinación entre una secuela y un reboot.
Mientras la próxima película de Batman con Robert Pattinson es un reboot que contará de nuevo el arco del superhéroe enmascarado, como ya ha sido contada en los 90 y después en la trilogía de Christopher Nolan, una recuela es la continuación de la historia, pero centrándose en conflictos o personajes diferentes al original.
Otros ejemplos populares son: La masacre de Texas, Halloween kills, Terminator: Destino oculto y Candyman.
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En este nuevo género hay guiños a los filmes originales para atraer a los fans más longevos. Los cineastas incluyen los suficientes elementos de las películas anteriores para que sientan que siguen viendo la historia que aman, pero agregan una buena cantidad de elementos nuevos para que el conflicto tenga un reinicio.
Hasta el momento, la efectividad del género es cuestionable. Si bien hay casos de éxito como Ghostbusters que, con un costo de producción de 75 millones de dólares, hasta ahora ha recaudado 198 millones, o la quinta entrega de Scream, que tuvo un costo de 25 millones de dólares y ha ganado en taquilla 135 millones; pero no a todos les ha ido así de bien.
Terminator: Destino oculto se esperaba que fuera el éxito del verano en 2019, por ello se invirtió en ella 185 millones de dólares pero a nivel global sólo obtuvo 260 millones, lo cual supone un fracaso y llevó a que se cancelara la nueva trilogía que se estaba preparando.
“En Hollywood todo es prueba y error, algunas cosas funcionan y otras no. En el caso de estas cintas no tiene que ver con la fórmula sino como en toda película, el guión; la historia es lo que define el éxito, no importa si es original, si es precuela o secuela”, dice Silvestre.
“Claro que, tras la pandemia, han cambiado muchas cosas y ahora lo que desee tener éxito en taquilla tendrá que ser sorprendente, una historia que atrape a generaciones”.
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Silvestre López Portillo
Crítico de cine
“Hollywood siempre está buscando adaptarse, saben su negocio y las tendencias van cambiando”
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