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Dos meses después de los sismos, en diciembre, el actor Jorge Ortiz de Pinedo llegó al pueblo de Ixtaltepec en Oaxaca: seguía todo derrumbado.
El actor no iba solo. Junto con 25 voluntarios, y luego de 18 horas de viaje, estaba decidido a entregar los víveres recaudados en el centro de acopio que instaló en el Teatro Royal. La ayuda aún era necesaria.
“La reacción fue muy lenta, aunque había entusiasmo por tratar de reconstruir por parte de las autoridades y compañías privadas la ayuda llegó muy lenta”, sentencia.
“Es dramático ver los pueblos destrozados, ver a las personas que están angustiadas y desesperadas”, recuerda.
Ortiz de Pinedo no ha regresado a Oaxaca pero se mantiene al corriente del progreso de Ixtaltepec. “Me dicen que está volviendo a tener las características de su pueblo. Están tratando de reconstruirlo con su cultura, su estilo de vida e imagen”, explica.
A casi un año de los sismos del 7 y 19 de septiembre las reflexiones son inminentes.
“No ha sido una buena reconstrucción porque seguimos viendo que aquí en la ciudad no entregan las casas. La gente está angustiada, decepcionada, pero creo que saben que hay muchos que se preocuparon y eso es lo que mantiene el espíritu, la reconstrucción no solamente debe ser física”.
Será en noviembre cuando el actor reabra el centro de acopio en el Teatro Royal Pedregal para regresar días antes de Navidad con nuevos víveres a Ixtaltepec, Oaxaca.
Otro centro de acopio. Durante dos semanas después del sismo del 19 de septiembre, las instalaciones de Teatro Bar El Vicio se convirtieron en un centro de acopio donde muchos puestos de ayuda y rescate se iban a equipar, además hicieron llegar vivieres a sitios como Xochimilco, Estado de México, Morelos, Puebla y Oaxaca.
“Hicimos lo que pudimos, aún así logramos bastantes cosas, pero cuando ves a un año que aún hay mucha gente con sus casas tiradas y lo turbio del manejo de dinero, es tristísimo y falta mucho trabajo”, dijo Cecilia Sotres, miembro de la compañía Las Reinas Chulas quienes están a cargo de este teatro.||
Durante 11 días trabajaron alrededor de 80 voluntarios, quienes se encargaron de organizar 30 toneladas de ayuda, 16 fueron destinadas a Huajuapan de León, Oaxaca.