“Yo ando por la Tierra, no soy ninguna estrella”, señala el cantante español Raphael.
De mira a sus 60 años de carrera —ya tiene 58— explica que ha hecho en su vida lo que ha querido; si el camino no lo hubiera llevado de esa forma, asegura que habría insistido en hacer lo que le gusta: la música.
En el ámbito profesional cuenta que no ha tenido momentos de debilidad y no tiene miedo de probar nuevas cosas.
“Las cosas hay que atacarlas y hacerlas, no vas a saber nunca si es complicado o no si no las haces, hay que hacerlas y ya después dices ‘ah, pues no, esto la verdad no’”, explica.
“Yo tengo muchos momentos de debilidad pero no profesionalmente, me da por otras cosas más importantes todavía como la familia, pero la música es un divertimento y como tal hay que tomarlo”, señala Raphael.
El ganador del Disco de Uranio por ventas —premio que sólo ostentan artistas como Michael Jackson— presentará este viernes en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México su álbum RESinphónico en el que mezcla música orquestal con electrónica reinterpretando sus éxitos.
Reconocido por temas como “Mi gran noche”, comparte que no es una persona nostálgica, más bien ve el hoy y el futuro.
“No estoy pensando en lo que hice, no me regodeo de mis cosas nunca, siempre estoy pensando en lo que toca hacer mañana y vivo la vida así”, apunta.
“Soy un artista que ha tenido una suerte y trabajo tremendo, que le han salido bien las cosas porque el público ha estado siempre de su parte, y yo he sabido guiar a la gente por el camino que yo quería. Yo no miro al pasado para nada”.
Con planes de lanzar un álbum para celebrar su 60 aniversario en los escenarios, el músico comparte que no ve un retiro.
“Soy consciente de que algún día me levantaré y diré ‘hasta aquí hemos llegado’ pero lo diré para mí y llamaré a la oficina y diré ‘señores vayan buscándose otra cosa’ y ya está, como la cosa más normal del mundo, como cuando se jubila uno, pero para eso falta mucho”.