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Alain Delon se llevó la mano a la cabeza para alisarse un poco el cabello, con una servilleta se quitó un poco el sudor que asomaba en el rostro, tomó el micrófono y tras escuchar una serie de piropos sobre su físico, soltó a su interlocutora: “¡Gracias mamita, gracias por tus palabras, tu también eres bonita!”.
Era noviembre de 2011 en Acapulco. El actor francés recién acababa de cumplir 76 años y estaba al lado de otro ícono cinematográfico, Sophia Loren, de quien llegó acompañada del brazo y repartiendo sonrisas.
Las asistentes al Festival Internacional de Cine del puerto guerrerense no dejaban de verlo y cuchicheaban entre sí lo apuesto que el actor era a su edad. Una de ellas fue quien lo alabó durante una conferencia de prensa y recibió la respuesta que la puso feliz.
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Pero, animal del cine al fin y acabo, Delon no sólo coqueteó, sino que dio su opinión sobre las películas del momento.
“El cine de nuestra época nos hacía soñar, el de ahora, es más social, refleja lo que pasa y con el que mucho público se identifica”, señaló.
Alain, el galán francés y quien durante más cinco décadas fue amante de los perros, llegando a comprar 120 hectáreas para que jugaran no sólo los suyos en ese momento, sino los que fueran llegando, murió a los 88 años de edad.
Hace un sexenio declaró a la revista Paris Match: "¿Cuantos años me quedan de vida?. Puedo llegar a los 90, 92 años. Yo no decido. Lo único que sé es que no dejaré a mi perro solo".
A la misma publicación fue a la que confesó que no dejaría que fuera Dios el que decidiera el día de su muerte, lo que causó revuelo mundial pues dejaba la puerta abierta a la eutanasia, algo prohibido en el pais galo.
Y poco después afirmó que le daba naúseas la actual situación del mundo, por lo que no lamentaría irse del mismo.
En su juventud fue mal estudiante, abandonando las aulas cuando tenía 14 años y entrando a trabajar a la camisería de su padrastro. Fue también portero de edificio, secretario, camarero y vendedor, luego de haber sido corrido del ejército.
Sus padres biológicos se divorciaron cuando él era pequeño, por lo que en algún momento dijo que no creía en las relaciones largas, aunque estuvo 15 años con Mireille Darc, hasta que su muerte lo sumió en una depresión.
Cuando conoció a la actriz Brigitte Auber, su vida cambió. La acompañía al certamen de Cannes y ahí impactó con su físico. Así que sin ninguna formación actoral debutó en cine con “Quand la femme s’en mele” y después en “Una rubia peligrosa”, en la que compartió créditos con Jean Paul Belmondo, que llegaría también al estrellato y con el que forjaría una gran amistad.
“Nunca soñé con esta carrera, llegó sin más”, expresó Delon en varias entrevistas.
“Rocco y sus hermanos”, “El samurai”, “El Gatopardo” y “A pleno sol”, entre cerca de 100 películas que realizó, lo encumbraron en el cine mundial. Se ganó, además, el calificativo de “Hombre más hermoso del mundo”.
En 2018, en una entrevista televisiva, reconoció que le había pegado a mujeres, pero siempre porque ellas también lo habían agredido físicamente.
“Si una bofetada es ser macho, entonces lo soy”, dijo abiertamente quien también llegó a calificar de antinatural que los gay adoptaran niños.
Su hijo Alain ha asegurado que el histrión (nunca denunciado por violencia doméstica o machista) era violento con ellos, lo cual fue varias veces desmentido por su padre.
En 2019 Alain recibió una Palma de Oro honorífica en el festival de cine de Cannes y meses después sufrió un derrame cerebral que lo mantuvo alejado mediáticamente por casi dos años.
Sus últimos meses de vida fueron controvertidos. Tal sólo en febrero pasado las autoridades francesas le confiscaron 72 armas, algunas de colección, y 3 mil municiones, luego de que un médico lo diagnóstico como una persona con un agotamiento físico y mental, con intenciones suicidas.
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También supo del pleito legal entre su hija Tanouchka y sus hermanastros Anthony y Alain Fabian por su custodia, así como acusaciones hacia ella de querer quedarse con la herencia.
El propio Alain, en enero, amagó con emprender acciones legales contra Anthony, por hablar de su estado de salud y hacerlo un escándalo mediático.
En una de sus última peticiones al hablar de la muerte, Alain dijo que deseaba un funeral católico, pero discreto, pues no deseaba que fuera demasiado público.
melc