¿Dónde?: Netflix
Este fin de semana es para los gamers, con la llegada de “Super Mario Bros. La película” a las salas de cine.
En ese tenor, por qué no recordar otras adaptaciones de videojuegos, como la del ya clásico dentro del género de terror psicológico.
Quienes crecieron jugando videojuegos a finales de los 90 y principios de los 2000 seguramente se encontraron en algún momento con “Silent Hill”, título de la legendaria consola PlayStation.
El juego, lanzado en 1999, tuvo su adaptación al cine en 2006 (basada en el primer juego) y luego en una secuela de 2012 (adaptada del tercer juego de la franquicia).
La cinta de 2006, titulada en hispanoamérica “Terror en Silent Hill” tiene tanto detractores como fans que la aman y consideran que cumple con uno de los objetivos del juego creado por Keiichiro Toyama: asustarnos, y mucho.
La historia sigue a Rose Da Silva (interpretada por Radha Mitchell), su esposo Christopher Da Silva (Sean Bean) y su hija adoptiva Sharon Da Silva (Jodelle Ferland).
Si bien en el videojuego el personaje con el que jugamos es con el padre (llamado en el videojuego Harry Mason), en el caso de la película es Rose quien queda perdida en el pueblo de Silent Hill (cuyo nombre en español sería “Colina silenciosa”).
Según se nos explica al inicio del filme, Sharon es sonámbula y constantemente tiene pesadillas; en un momento de crisis la niña grita el nombre del pueblo y por ello Rose decide ir con ella a ese lugar, sin embargo, tras un accidente de auto, la pequeña desaparece y Rose comienza a buscarla por todo Silent Hill, en donde eventualmente se encontrará con monstruos y criaturas tenebrosas.
Para los que jugaron en PlayStation, la cinta tiene varias escenas copiadas tal cual del juego, por ejemplo, en los primeros minutos, cuando vemos el choque del auto y a la oficial de policía Cybil Bennet acercarse (interpretada por Laurie Holden), o el primer encuentro que hay con los monstruos, con la diferencia de que es Rose quien los ve en lugar del padre de Cheryl.
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