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¿Dónde?: Netflix
Así como llega, el amor también se va, y eso sucede con los protagonistas de “Triste San Valentín” (“Blue Valentine”), película protagonizada por Michelle Williams y Ryan Gosling.
Contada de manera no cronológica, seguimos la vida de Dean (Gosling) y Cindy (Williams), una joven pareja.
La historia comienza mostrándonos a ambos ya como esposos y padres de una hija pero, mientras en una línea argumental vemos cómo su matrimonio se derrumba, en otra vemos, a través de flashbacks, el inicio de su relación.
En el filme, el personaje de Gosling termina siendo todo menos un príncipe azul; si bien al inicio lo vemos como un joven trabajador y soñado, al que le gusta tocar el ukelele y hacer reír a Cindy, para los últimos momentos del matrimonio se nos revela cómo se ha ido transformando la relación y él se ha convertido en un hombre violento, con problemas de alcoholismo (incluso en un momento se convierte en el cliché del macho que golpea cosas), y al que Cindy ya no ama.
Sin embargo, es una buena oportunidad para reflexionar sobre las relaciones de pareja y qué se puede hacer para tener una convivencia sana, y al respecto, Gosling comentó en su momento al sitio Love Films.com:
“Espero que esta película comience un diálogo entre las parejas para que de cierta forma esto deje de suceder. La película no dice que esto sea inevitable, dice que esto es lo que sucede cuando piensas que sólo con amor es suficiente”.