La mañana del 29 de octubre de 2021 la noticia de que falleció en una persecución policial sorprendió a México.

El actor de 22 años murió después de recibir un disparo en la cabeza por parte de la policía municipal de Cuautitlán Izcalli . Iba acompañado de dos hombres y, tras su fallecimiento, se hicieron públicas imágenes y videos del momento posterior al choque de su camioneta contra un tramo de la carretera, cuando fue alcanzado por las autoridades.

Ante la situación, se creó una controversia en torno al esclarecimiento de su muerte, con preguntas como: ¿por qué lo perseguían?

Leer también: 

El dictamen de la Fiscalía del Estado de México señaló que Octavio se disparó a sí mismo tras el impacto, pero el pasado 13 de diciembre su familia y sus nuevos abogados solicitaron a la Fiscalía General de la República que les permitiera abrir una nueva línea de investigación.

La de ellos apunta a que el joven nunca disparó un arma. El padre del actor, Octavio, dice que faltan pruebas pero que espera confirmar pronto que mataron a su hijo: “Ya ellos saben, la fiscalía y nosotros, que mi hijo no se disparó”, dijo.

El 7 de noviembre se llevó a cabo una marcha pacífica en el Centro de la Ciudad de México donde los fans del intérprete de Benito en la serie “Vecinos” caminaron del Zócalo al Monumento a la Revolución para exigir justicia por la muerte.

En aquella ocasión, el papá de Octavio contó a EL UNIVERSAL que la persecución de su hijo había empezado sin motivo aparente y que sus dos acompañantes eran su sastre y un mecánico.

“Le hicieron la parada nada más por nada, pero ya lo habían robado a él por ese mismo tramo, lo pararon y le quitaron la cartera, tenía miedo de eso”, afirmó Octavio Pérez en entrevista.

Tras la solicitud a la Fiscalía General también hicieron un llamado en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para que se analice la violación del “derecho a la vida, la seguridad jurídica y el uso indebido de la fuerza pública”.

Dicen tener pruebas de que le dispararon

En entrevista con EL UNIVERSAL , el abogado de Ocaña, Fernando Manila , detalló sus razones para sospechar que se trató de un asesinato.

“Los oficiales quisieron detener a Octavio porque ellos argumentan que les avisaron que él tenía un arma, pero tampoco hay evidencia de esto, en ninguno de los videos de las cámaras que existen se aprecia esto. Tenemos que recabar todas las evidencias para restablecer los hechos”, compartió el abogado.

Leer también:

Aunque no presentó pruebas, aseguró que existen dictámenes periciales , algunos tomados cuando Octavio estaba presente y otros que no requieren el cuerpo, como el de “mecánica de hechos de tránsito”, que arrojarían detalles distintos al de la Fiscalía del Estado de México.

Estos son:

-Prueba de rodizonato negativa en las manos. Quiere decir, según explicaron, que ellos no encontraron restos de pólvora en las manos ni de Octavio, ni de sus acompañantes. “Octavio jamás durante ese día detonó un arma”, dijo el jurista.

-Cuatro impactos de bala en la camioneta. Según el abogado de Ocaña, esta prueba contradeciría la declaración del elemento de seguridad involucrado en el accidente, quien declaró que solamente disparó una vez al aire.

-Manipulación de la escena. “El hecho ocurrió en una carretera Federal, sin embargo, el encargado de resguardar la escena fue un policía de tránsito municipal. Los peritos llegaron a la escena cinco horas después”, detalló el abogado, que cree que las autoridades fallaron en protocolos, como daño irreversible en la búsqueda de justicia.

-El casquillo de la bala que mató a Octavio fue sustraído. Supuestamente, otra de las inconsistencias que señalan es que este elemento de prueba de suma relevancia “no fue localizado”.

Dentro de las próximas semanas, la familia y el conjunto legal Lex Pro Humanitas (LEXPRO) esperan recibir una respuesta de la Fiscalía y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para intentar demostrar que las autoridades cometieron un error.

Leer también: