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Tras depositar, ayer miércoles, en la Caja de las Letras del Cervantes, la primera edición de “Pedro Páramo” (1955), de Juan Rulfo, el director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II habló del valor simbólica de obra, de las primeras dos críticas que fueron muy malas, una incluso del que era gerente general del Fondo, y señaló que esa primera edición “es un libro bastante feíto, es una edición bastante medianita, de una pasta dura sin gracia, sin ilustración de portada, es un libro bastante vulgarcito en el mejor sentido de la palabra, pero es la primera edición de ‘Pedro Páramo’”.
El resto del acervo que el funcionario depositó en el Instituto Cervantes como acto conmemorativo de los 90 años del Fondo de Cultura Económica que se cumplen este 2024, y cuya caja con número 1119, lo integran: “El llano en llamas” (1981), también de Rulfo; “Irás y no volverás” (1973), de José Emilio Pacheco; “Diario de una resurrección” (1979), de Luis Rosales; “Gringo Viejo” (1985), de Carlos Fuentes; “Sueños de la constancia” (1988), de Ida Vitale, y el “Catálogo histórico 1934-2009, del Fondo de Cultura Económica" (2009).
Taibo II refirió que tuvieron muchas reuniones para decidir qué legar al Instituto Cervantes, pues “tenía que ser simbólico” y decidieron que tenía que ser la primera edición de “Pedo Páramo” que estaba en la Biblioteca del Fondo. Ahí comenzaron averiguar de la obra y “descubrimos las primeras observaciones críticas que se le hacen a la obra de Juan Rulfo en México”, de esa edición que sólo tuvo una tirada de 2 mil ejemplares.
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“La primera crítica que se publica en México es absolutamente negativa desde la ‘Revista de la Universidad’, que decía: qué mala novela, qué libro inconexo”, dijo Taibo, quien refirió que la segunda crítica a esa primera edición a la Fondo “no le puso mayor interés o emoción”, era peor, “era más hiriente, más invasiva y descalificante” y dijo que “con esto desacralizas todo lo que está envuelto en oropeles en el espacio cultural”.
Dijo que esa segunda crítica la hizo el propio gerente editorial del Fondo, quien escribió: “es una novela inconexa, no tiene centro, se pierde”. Taibo II señaló que fue hasta la tercera crítica, hecha por Edmundo Valadés, que hubo un elogio: “es una novela creativa, imaginativa. Este es un producto del enloquecimiento nacional”, sin embargo, esa tercera crítica no abrió la puerta, “el libro tardó en venderse una buena cantidad de tiempo”. Pero, aseguró que sí llegó una segunda edición, que no logramos fecharla, “fue como clandestina”.
Tras el relato Taibo II afirmó: “El nacimiento de una de las piezas maestras de la litera mexicana estaba ensombrecido por la mediocridad de su propia editorial”. Y es que también, al hablar de los 90 años de historia del Fondo de Cultura Económica, que se fundó en septiembre de 1934, recordó a algunos editores, en especial a Arnaldo Orfila, de quien dijo “es el gran editor de la historia y nosotros somos sus humildes herederos”.
El funcionario agregó: “No era un gran editor literario. Y el Fondo que hoy cumple 90 años no es una zona de luz que nos alumbra, la zona de Orfila sin duda, y es herencia, pero hemos tenido épocas de notable oscuridad en el Fondo, de burocratismo, de editorial que hace favores a amigos de amigos, de bodegas repletas de libros que nadie leerá, etcétera, etcétera”.
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Durante la charla, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, aseguró que el legado depositado por el Fondo, es un legado muy especial “porque es el Fondo de Cultura Económica y es un referente fundamental para el Instituto Cervantes”, luego recordó las profundas relaciones del FCE con el exilio republicano español: “México puente de dialogo entre la cultura democrática española, su pasado y su realidad actual”.
Dijo además que “México es el país con mayor número de personas que tienen el español como lengua materna, Forma una comunidad y es un representante de toda la comunidad hispanoamericana que celebra siempre la unidad de un idioma compartido y que se sabe afortunado por tener este idioma, pero también por saber respetar la diversidad. Nadie es dueño del idioma, los hablantes nativos son dueños del idioma. Es un idioma compartido, pero sin centro. Eso significa una verdadera democracia en nuestra sociedad”, afirmó.
En la entrega del legado depositado en la caja 1119, participó también la secretaria general del Instituto, Carmen Noguero. Y en la charla posterior, estuvieron presentes el responsable del Fondo de Cultura Económica en España, Manuel Lazcano; el embajador de México en España, Quirino Ordaz Coppel, y el secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí Grau.
melc